SAN FRANCISCO SOLANO EN LA PUEBLA DE
CASTRO
Autor del artículo: Pedro Bardaji Suarez
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Retrato de San Francisco Solano en la Iglesia Parroquial de Santa Bárbara de La Puebla de Castro. Autor del retrato: Jaime Luque Luque. |
Entre los tesoros de la Iglesia Parroquial de
Santa Bárbara de La Puebla de Castro destaca un relicario de plata que contiene el hueso cúbito del antebrazo del llamado “Apóstol de América”, San Francisco Solano, que se venera, junto a otra reliquia de Santa Rosa de Lima, en la Capilla de las Sagradas Reliquias.
La sagrada reliquia de San Francisco Solano de
La Puebla de Castro (la mayor que de Solano se conserva en este momento en el mundo) forma pareja con otra de Santa Rosa de Lima (posiblemente
la única y en todo caso la mayor reliquia de la Santa que existe en
Europa). Ambas fueron adquiridas y se les rinde culto en la localidad
desde hace aproximadamente 250
años. Se conservan, con documento de Auténtica, en la Iglesia de Santa Bárbara en dos preciosos
relicarios de plata, gemelos, de fina filigrana cordobesa, que guardan,
respectivamente, el hueso cúbito del
antebrazo de San Francisco Solano y el
hueso radio del antebrazo de Santa Rosa de Lima.
Reliquias de San Francisco Solano y de Santa Rosa de Lima. Capilla de las sagradas reliquias, Iglesia parroquial de Santa Bárbara de La Puelba de Castro. Autor de la foto: Pedro Bardaji Suarez. |
Su presencia en nuestra localidad da cuenta de la influencia del Abadiado de La Puebla de Castro y del cariño hacia el pueblo de los Marqueses de La Puebla de Castro pues, posiblemente, fueron ellos quienes las donaron para devoción de los fieles y para mayor gloria de la localidad.
Su adquisición fue el equivalente actual a fichar a dos eminentes médicos para el Hospital del pueblo. Proporcionaron protección y seguridad a los vecinos y convirtieron a La Puebla de Castro en foco de atracción y peregrinación de otras poblaciones.
San
Francisco Solano, sacerdote y misionero
Franciscano, nació en Montilla
(Córdoba) en marzo de 1549 y murió en Lima (Perú), el 14 de julio de 1610.
Es el Patrono, entre otras, de las
ciudades de Lima, La Habana, Panamá,
Cartagena de Indias, La Plata, Ayacucho,
Santiago de Chile… y, por supuesto,
de su ciudad natal Montilla en
España. Es también el Santo Patrón del Folclore Argentino,
de los Terremotos, de la Unión de Misioneros Franciscanos, de Navegantes, del Mar del Sur… Fue propuesto para patrón de los Toreros. Su festividad,
en España, se celebra el 14 de Julio.
Se
le suele representar sosteniendo un violín en una mano y alzando la cruz con la otra. Es el Santo de la alegría y de la música. Solía cantar y bailar ayudado de un pequeño rabel de dos cuerdas que tocaba con un arco, instrumento musical precursor del violín. El primero
que usa el término “Violín” para referirse al instrumento que tocaba el Santo
fue el cronista Diego de Córdoba. Se
narra que también tocaba la flauta pastoril. Los instrumentos musicales los usaba
para entornar salmos, himnos y los cantos a la Virgen, y en especial en la
evangelización de los pueblos por donde desarrolló su misión apostólica.
San Francisco Solano. Autor del cuadro: Pedro Díaz, año 1810. Atributos: Cruz, indígena a sus pies, violín (por su talento de buen músico). |
Fue
ordenado Sacerdote con 27 años y con 39 años marchó a evangelizar las comunidades indígenas del
Virreinato del Perú. En aquellos tiempos, irse a América era irse para
siempre. Dos años duró el viaje hasta
llegar a las tierras del Tucumán (Argentina). Recorrió a pie distancias de más
de 3.000 kilómetros con incontables peligros y sufrimientos. Fue nombrado Custodio de la Provincia del
Tucumán, una región muy
fértil y de extensos campos y llanuras denominada el “Edén de América”, situada
en el norte de Argentina, cuya superficie es aproximadamente el doble de
la de España. Tuvo una gran facilidad para aprender las lenguas nativas, dominó el
Tonokoté, hablado por los indígenas en
Santiago del Estero, el guaraní y
el quechua.
Fueron
incontables los milagros y prodigios que
se le atribuyen. Por ejemplo, en España:
a un niño enfermo de peste bubónica,
le lamió las llagas y al día siguiente quedó curado. En otra ocasión, conmovido por la tristeza de una madre ante
su niño muerto, oró a Dios pidiéndole que le devolviera la vida y el niño
resucitó. En América: En la
ciudad de Trancas, clavó su bastón en la tierra e hizo brotar
agua; las aguas de este manantial, que se conoce como el “Pozo del Pescado”, se consideran hoy en
día milagrosas, numerosos peregrinos las utilizan para bendecir casas y
haciendas e incluso para bañar en el propio manantial a enfermos. En San Miguel de Tucumán calmó a un toro bravo escapado de una
lidia, el toro terminó por
arrodillarse y lamerle las manos y se dejó conducir de regreso al corral. En la
Nueva Rioja espantó plagas de langostas.
También en La Rioja del Tucumán, salvó a la ciudad de ser arrasada por
miles de indios Diaguitas, salió a hablarles y les propuso como autoridad máxima del lugar una imagen del Niño Jesús
Alcalde, indígenas y españoles lo aceptaron y se hizo la paz dando origen a la
fiesta llamada "Tinkunaco", una de las más importantes del
Tucumán. En otra ocasión, camino de
Santiago del Estero, al entrar en el Río Dulce que bajaba muy embravecido,
levantó el cordón de su hábito y la masa de agua se abrió dejándole paso a él y
a los carreteros que le acompañaban,
luego, con su gracejo andaluz, dijo en tono de broma: “- ahí tienen el río hondo…“; desde entonces se llamó Río Hondo a esa parte del Río Dulce,
así como a la población que se halla a sus orillas. También predijo terremotos. De su estancia en Lima destaca un sermón que predicó en
la Plaza Mayor -el famoso sermón de Lima del 21 de diciembre de 1604-;
conmovió tanto a toda la población que tuvieron que abrir esa noche todas las
iglesias para atender la necesidad de oración y penitencia de los habitantes, “fue el más grande testimonio de conversiones
que se haya visto en el Perú”; tanto alboroto causó que la Inquisición examinó en teología el
contenido de dicho sermón, sin encontrar falta.
A su entierro acudieron unas cinco mil personas, casi toda la población de Lima, y la gente se disputaba sus ropas, cabellos, etc. Fue necesario ponerle hasta un quinto hábito, todos querían tener una reliquia por el amor y devoción que le tenían. No se podía dejar ni por un minuto el cuerpo sin el cuidado de la guardia del Virrey, porque la gente seguía sacando algo del cuerpo. Se lo enterró en medio de la capilla mayor, debajo del altar mayor de la Catedral de Lima. Fue beatificado en el año 1674 y canonizado en 1726.
“San
Francisco Solano fue para los Indios Occidentales lo que San Francisco Javier
para los orientales y con más fruto” (P. Samuel Eijan). Llamado el “Taumaturgo de América” y “Apóstol de Argentina y Perú”, vivió
los ideales de la caridad y la pobreza
franciscanas.
INFANCIA Y FORMACIÓN
San
Francisco Solano nació en Montilla
(Diócesis de Córdoba) en marzo de 1549, en la calle Sotollón. Francisco fue
el hijo de Mateo Sánchez Solano,
alcalde de Montilla, y Ana Jiménez “La
Hidalga”; familia acomodada. Tuvo dos
hermanos mayores Diego e Inés. No se sabe con exactitud la fecha
de su nacimiento, aunque sí la de su bautismo: el día 10 de marzo de 1549, en
la Parroquia de Santiago, donde se conserva su partida. En aquella
época se bautizaba a los pocos días de haber nacido, por eso algunos
autores creen que fue el 5 de marzo cuando vino al mundo.
Cofrades llevando la imagen de San Francisco Solano en la entrada de la Iglesia de San Francisco Solano en Montilla (Córdoba). |
Creció
en un hogar cristiano. Fue un muchacho despierto e inteligente, y ya en su
infancia daba limosna y enseñaba a los muchachos pobres del barrio. Desde niño
tuvo el don de pacificar a la gente y una profunda vocación misionera.
Comenzó su educación con los padres de
la Compañía de Jesús, los jesuitas de su ciudad, y luego con los
Jesuitas de Córdoba, entrando luego en la
Orden de San Francisco a los 20 años. Durante su largo periodo de formación
franciscana, cursó Filosofía y Teología en el convento Franciscano de la Recolección de Santa María de Loreto (Sevilla), fue nombrado Vicario del coro, es
decir, encargado de dirigir el rezo y los cantos, desarrollando sus dotes
innatas para la música y el canto, y predicador de Sevilla y confesor, ordenándose sacerdote en 1576, a sus 27 años. Solicitó sin éxito ser
destinado como misionero a la Berbería, al norte de África.
Su padre Don Mateo murió el 24 de
diciembre de 1579 y fray Francisco Solano vuelve a Montilla donde visita a su madre ciega. Permanecerá 2
años en Montilla realizando curaciones inexplicables que dieron
comienzo a su fama de milagrero. Le
presentaron un niño enfermo de peste bubónica, fray Francisco Solano oró y le
lamió las llagas y al día siguiente se secaron las llagas del niño y quedó
curado.
Luego fue trasladado como Maestro de Novicios y Coristas al Convento de La Arruzafa (Córdoba) y luego paso a ser Guardián y Vicario y Maestro de Novicios en el Convento de San Francisco de Monte (Adamuz, Córdoba), aquí se contagió de la peste pero se curó y siguió atendiendo a otros enfermos aquejados de la misma enfermedad. Durante su estancia en este convento le empezaron a llamar “El Santo” porque conmovido por la tristeza de una madre ante su niño muerto, oró a Dios pidiéndole que le devolviera la vida y el niño resucitó.
De
aquí pasó al Convento de San Luis el
Real en la Zubia (Granada) desde el que se desplazaba a predicar a las
cárceles y visitaba a los enfermos del Hospital de san Juan de Dios de Granada.
Estando en este convento tuvo noticia
de que el Rey Felipe II había
autorizado a fray Baltasar Navarro,
Comisario de la Orden Franciscana, para llevarse a 12 frailes al nuevo mundo, a
las regiones del Tucumán y Paraguay; y consiguió
la licencia para ir de Misionero a “las
partes más remotas de las Indias”.
HACIA EL NUEVO MUNDO, CONTEXTO HISTÓRICO.
El Virreinato
constituyó la máxima expresión territorial y político-administrativa que
existió en la América Española y
estuvo destinado a garantizar el dominio y la autoridad de la monarquía peninsular
sobre las tierras recientemente descubiertas.
El primer Virreinato otorgado en América recayó en D. Cristóbal Colón, como parte de las concesiones que la Corona le hizo en las Capitulaciones de Santa Fe, antes de iniciar su primer viaje rumbo a las Indias. Sin embargo, el Virreinato Colombino fue de corta duración, extinguiéndose definitivamente en 1536. En cambio, se establecieron en 1535 y 1543, los dos grandes Virreinatos, el de Nueva España y el del Perú con capital en Lima, unidades que subsistieron durante todo el período colonial.
Mapa de los Virreinatos de La Nueva España y del Perú en la época en que San Francisco Solano llegó a América. |
En aquel tiempo, se llamaba Perú a todo el territorio español de América del Sur. También se considera
que los verdaderos conquistadores de
América fueron los Misioneros. Acabada
la conquista del gran Imperio Incaico, que se extendía desde el sur de Colombia
hasta el norte de Chile y el noroeste de Argentina, los Misioneros de las
distintas Órdenes religiosas iniciaron la evangelización de estos extensos
territorios. En Perú el trabajo fue comenzado en 1531 por Dominicos y Franciscanos;
más tarde llegan los Agustinos, Mercedarios y Jesuitas, sin olvidar al clero
secular que también participó en este apostolado.
Desde Perú se extendió el cristianismo por todos los territorios vecinos, como Chile, Bolivia y Tucumán. En tierras del Plata la cristianización floreció cuando en 1547 se estableció por el Chaco el enlace con Perú. A fines del siglo XVI se incluyeron también en el trabajo misional Paraguay y Uruguay.
Desde Perú se extendió el cristianismo por todos los territorios vecinos, como Chile, Bolivia y Tucumán. En tierras del Plata la cristianización floreció cuando en 1547 se estableció por el Chaco el enlace con Perú. A fines del siglo XVI se incluyeron también en el trabajo misional Paraguay y Uruguay.
Virreinato del Perú en su máxima extensión. |
Al crecimiento exterior de la Iglesia correspondió el interior. Se celebraron los primeros Concilios Provinciales y se dieron las primeras normas pastorales para la catequesis indígena. Con ese fin se instituyeron las llamadas "doctrinas" o parroquias de indios. Se publican los primeros catecismos y el mismo Concilio Limense de 1567 hizo obligatorio para los Misioneros el aprendizaje de las lenguas indígenas.
Los obispos más celosos, como Santo Toribio de
Mogrovejo, se dieron a recorrer en visitas pastorales, que duraban años, sus
inmensas diócesis.
En esta primera hora de la evangelización,
estuvo en primera línea la Orden Franciscana con la figura de San Francisco
Solano que trabajó en muchos de los territorios arriba mencionados.
DEL CONVENTO DE ZUBIA (GRANADA) AL TUCUMÁN (ARGENTINA); 2 AÑOS DE
VIAJE: DE 1588 A 1590.
El 8 de noviembre de 1588, a sus 39 años, pasó por Montilla
a despedirse de su madre ciega y anciana
que acepta resignada la voluntad de su hijo. En aquellos tiempos, irse a América era irse para siempre.
De Montilla pasó a Sevilla para
embarcarse. En Sevilla estaba la Casa de
Contratación, que por aquel entonces centralizaba todo el comercio con la
América española.
La expedición la comandaba D. García Hurtado de Mendoza y
Manrique, IV Marques de Cañete,
nombrado VIII Virrey del Perú. La
flota partió de la bahía de Cádiz el
13 de marzo, se componía de un total de 36
naos, a bordo de las cuales iban unos 300
soldados y 70 misioneros entre
Franciscanos, Dominicos, Agustinos, Mercedarios y Jesuitas. La nave en la que
viajó fray Francisco Solano era la “Santa
Catalina”.
La flota no tocó Canarias por saber de la
existencia de corsarios, pero la
embarcación fue invadida por una plaga de piojos. La primera escala en
tierras americanas tuvo lugar en la isla
Dominica, y el siguiente destino fue Cartagena
de Indias, adonde llegaron el día 7 de mayo. Desde allí partieron el 16 de
junio hacia el punto final del viaje por
el Atlántico: el puerto Panameño
llamado “Nombre de Dios”. Para poder
continuar el viaje hasta el Perú, debieron emprender la travesía a pie del istmo de Panamá, de aproximadamente 100 kilómetros.
En la ciudad de Panamá, fray
Francisco Solano permaneció durante 3 ó 4 meses en el Convento de los Franciscanos antes de salir hacia el Perú el día 28
de octubre.
En
el viaje de Panamá a Perú, el barco encalló frente a la isla Gorgona, entre Colombia y Ecuador.
Francisco fue el último en subir al bote de salvamento. En Isla Gorgona pasaron muchas penalidades, alimentándose
de cangrejos, peces y culebras grandes. Algunos de los frutos y hierbas eran
venenosos y causaron la muerte a más de un náufrago. Fray Francisco Solano predicó en Navidad prometiendo que pronto llegaría el ansiado socorro, como así fue;
llegó un barco de salvamento que los
condujo hasta el puerto Peruano de Payta,
desde donde emprendieron viaje por Huacachira,
Piura y Trujillo hasta la ciudad de
Santa para adentrarse después en el interior del continente llegando a Lima, capital del Virreinato del Perú. Tres de
los frailes que acompañaban a Francisco Solano habían fallecido ya durante el
trayecto.
Desde Lima hasta su destino en Tucumán
tenía todavía que recorrer más de 3.000 Kilómetros. Basta
fijar los ojos en un mapa de América para darse cuenta del inmenso y áspero espacio
a atravesar.
La doble
acción de colonización y evangelización tuvo lugar desde la costa del Pacífico hacia el interior, es decir, de oeste a
este. Así pues, la ruta natural era lo que actualmente sería Perú-Bolivia-Argentina, teniendo que
cruzar la cordillera de los Andes.
Los caminos eran tortuosos y estrechos, y en altitud existía el problema del
“soroche” o enrarecimiento del aire. Fray Francisco Solano, siguiendo dicha
ruta, trasmontó los Andes y, luego
de cruzarlos, llegar hasta el Cuzco,
para tomar después el camino que conduce al
Callao, esto es, a la meseta
frígida y casi desnuda de vegetación que domina la actual Bolivia y que se prolonga hasta casi los confines del Norte Argentino. Aquí comenzaba la bajada abrupta y sinuosa hasta Salta y más abajo a las llanuras del Tucumán. Realizó la mayor parte del camino a pie, otras
en pobres cabalgaduras, sufriendo las consecuencias de la falta de abrigo y de
las rigideces del clima. “Si por allí
habían pasado los conquistadores y capitanes en busca del Dorado y del rico
cerro de Potosí, ¿iban a mostrarse menos animosos los discípulos de Cristo, los
conquistadores de las almas?”
Mapa del Virreinato del Perú creado en 1542 (la línea roja señala el Camino Real que unía Lima con Buenos Aires pasando por Potosí). |
Uno
de los cronistas de esta peripecia relata lo siguiente: “…repuestas las fuerzas, fray Francisco Solano reinicia el camino a pie, desde Lima destino Tucumán. Siguiendo el camino de los Incas, por la
sierra, fue hasta Jauja (a unos
300 kilómetros al este de Lima). Allí permaneció durante un tiempo para
descansar y para aclimatarse. Después prosiguió su camino, pasando por Ayacucho, Cuzco, Pucará, Puno, Copacabana (a orillas del lago Titicaca), La Paz, Potosí (célebre
por su abundancia de plata), Humahuaca,
Jujuy, Salta, San Miguel de
Tucumán, Esteco y por fin, el
final del su trayecto, Santiago del
Estero”.
EN EL TUCUMAN, MILAGROS QUE OBRÓ. DEL
AÑO 1590 AL 1598.
El Tucumán era una
región situada en el norte de la actual Argentina,
tierra muy fértil y de extensos campos y llanuras, denominada el “Edén de América”. Comprendía
lo que hoy en día se conoce como Región
Noroeste de Argentina. Su superficie es aproximadamente el doble de
la de España.
El
jefe de la expedición franciscana, fray Baltasar
Navarro, informó mediante carta al
Rey de la llegada al Tucumán (fray Francisco Solano contaba ya 41 años): “…a 15 de noviembre del año 1590
llegué a esta Gobernación del Tucumán con ocho religiosos de la orden de mi
Padre San Francisco, de los once que Su Majestad me mandó traer a dicha
Gobernación; dos murieron en Panamá y uno se ahogó en un naufragio que
padecimos en el Mar del Sur”. Allí encontraron la Misión
Franciscana llamada “la Custodia de
San Jorge del Tucumán”, fundada en 1565.
En todo aquel inmenso territorio solo
había cinco ciudades: Santiago del Estero, Córdoba de la Nueva Andalucía, San Miguel del Tucumán, Nuestra Señora de Talavera del Esteco,
y Lerma en el valle de Salta. Poco tiempo después, el 20 de Mayo de 1591, se fundaría “Todos los Santos de la Nueva Rioja”, donde el padre Solano haría
muchos prodigios. Y solo había dos Obispados,
el del Tucumán y el del Río de la Plata. El primero era tan
pobre; decía su Obispo, fray Fernando
Trejo, en 1601, que su catedral carecía de ornamentos decentes y no tenía
cómo poder levantar el seminario.
Los
Franciscanos, Dominicos y Mercedarios
habían penetrado en la región años hacía, pero su número era muy escaso. Tras
ellos vinieron los padres de la Compañía
de Jesús, pocos también. En 1610,
veinte años después de la llegada de fray Francisco Solano a la zona, los Franciscanos
poseían seis conventos: en Tucumán, Córdoba de la Nueva Andalucía, Santiago
del Estero, Rioja, Talavera y Salta, pero en el que más había seis o siete frailes y en el que
menos dos o tres; los Mercedarios
tenían también seis casas, en las
mismas ciudades, pero su número de frailes era menor; la Orden de Santo Domingo sólo tenía un convento en Córdoba de la Nueva Andalucía; finalmente, la Compañía de Jesús sólo poseía domicilios en Córdoba y Tucumán,
aunque en el primero los religiosos pasaban los veinte.
Fray Francisco Solano fue pronto nombrado
Custodio de la Provincia del Tucumán,
encargado de visitar las misiones de la región. Las distancias entre convento y
convento eran enormes, y además estaba la gran barrera del idioma. En el Tucumán había más de 20 lenguas, muy diferentes entre sí. La mayor
dificultad para todo buen Misionero es el idioma; si no habla el idioma de los
naturales no puede haber fruto. Se afirma que el Padre Solano a los 6 meses de
estar con los nativos podía entender y hablar su lengua, por esa razón mediante
su mucha caridad y sus prédicas convertía y bautizaba a muchos de los
naturales. Esta probado que
dominó el Tonokoté, hablado por los indígenas en Santiago del Estero, el guaraní y el quechua, y que los
indios lo consideraban un hechicero por su perfecto dominio de los distintos
dialectos.
San Francisco Solano evangelizando indígenas en el Tucumán. |
Su obra en el Tucumán fue gigantesca y se estima que bautizó miles de indios. Es cierto que la primera preocupación de los Franciscanos era la de bautizar a los indígenas, pero lo hacían individualmente conforme al aprovechamiento de la doctrina que cada uno mostraba. Prestaban especial atención a los niños, para los que había escuelas en todos los conventos.
La
relación de fray Francisco Solano con
las mujeres indias era de prudencia
y distancia, tratando de evitar la
tentación de la carne, más teniendo en cuenta los graves escándalos
causados con las indias por algunos encomenderos, y aún a veces por ciertos
padres doctrineros. Cuenta fray Diego de
Córdoba y Salinas que el padre Solano, “…ordenó
que, desde trecho de a cien pasos de su celdilla pobre donde se recogía, no
pudiese pasar alguna india, ni llegase a hablarle, si no fuese en la iglesia,
para confesarse o cosa necesaria; y si alguna pasaba la señalación, la hacía
castigar con los fiscales de la doctrina, y con esta tregua se aseguraba de las
astucias del enemigo”
A San Francisco Solano se le conoce también como “el Taumaturgo del Nuevo Mundo", por la gran
cantidad de prodigios y milagros que realizó. Entre los muchos que se le
atribuyen destacaré los siguientes:
En
la ciudad de Trancas, cuando el
pueblo originario comenzaba a abandonar la tierra debido a una larga sequía, el padre Francisco Solano clavó su bastón
en la tierra e hizo brotar agua. El manantial, que se conoce como “el Pozo del
Pescado”, nunca se secó. Hoy en día se consideran sus aguas milagrosas y
numerosos peregrinos las utilizan para bendecir sus casas y haciendas e incluso
para bañar en el propio manantial a enfermos.
En
San Miguel de Tucumán celebrando
unas fiestas con lidia de toros, se
escapó uno muy bravo que mató indios y caballos. El padre Solano venía por la
calle por donde corría el toro, ante el temor de todos, imploró a Dios, le
mostró el cordón, el toro se calmó y se acercó a oler el cordón y terminó por
arrodillarse y lamerle las manos y se dejó conducir de regreso al corral.
Debido a este hecho, San Francisco Solano fue propuesto para Patrono de los Toreros, aunque el título final lo obtuvo San Pedro Regalado.
En
otra ocasión, fray Francisco Solano volvía
de la provincia de Tucumán con una tropa de carros cargada de madera para la
iglesia que mandó edificar en Santiago
del Estero. La tropa se detuvo al paso del Río Dulce, que, muy crecido en ese momento, bramaba como un
torrente y arrastraba árboles y peñascos. Otras carretas aguardaban también
detenidas. Aseguraban los carreteros que el
paso del río era allí muy hondo. Se desataron los bueyes. Mientras bestias
y personas tomaban un descanso, fray Francisco, apartado, oraba. Al rato,
ordenó uncir los bueyes y continuar el viaje. Todos le miraron con asombro,
pero obedecieron. El padre Solano montó en su mulita y encabezó la marcha. Al entrar en el río, levantó el cordón de
su hábito, y la masa de agua se abrió dejándole paso. Como el Santo, con su
gracejo andaluz, dijera en tono de broma: “-
ahí tienen el río hondo…“ Desde entonces se llamó Río Hondo a esa parte del
Río Dulce, así como a la población que se halla a sus orillas. También se cuenta que antes de poder cruzar
el río y no teniendo que comer, el padre Solano se puso a pescar y sacó tal
cantidad de peces que alcanzó para todos.
En
la Nueva Rioja sufrían una
plaga de langostas que se comían el trigo. Buscaron al padre Solano para que
bendijera los campos y alejara a estos animalitos dañinos. Fray Francisco lo
hizo y las langostas se fueron.
En La Rioja del Tucumán, salvó a la ciudad cuando miles de indios Diaguitas conducidos por
45 caciques, cansados de los abusos que los españoles cometían contra ellos, se
dispusieron a atacar y arrasar la ciudad. El padre Francisco Solano salió a
hablarles, éstos depusieron su actitud al escuchar sus palabras y muchos
solicitaron ser bautizados, pero con la condición de no tener como autoridad a
ningún alcalde español. Fray Francisco les propuso que la autoridad máxima del
lugar fuera la imagen de un Niño Jesús Alcalde. Todos lo aceptaron y se hizo la
paz. La entronización del Niño Dios como Alcalde, dio origen a la fiesta
llamada "Tinkunaco", una de las más importantes del Tucumán, que se celebra el 31 de diciembre al mediodía,
bajo el sol riojano, con la asistencia de numerosas autoridades e incontables fieles.
El
capitán Cristóbal Barba de Alvarado da
testimonio de que, viajando en funciones de teniente del Gobernador, con el
padre Solano y una importante comitiva de españoles e indios, vinieron a
encontrarse en peligro grave por la sed.
El fraile le dijo: “Señor capitán, caven
aquí. Al punto lo puso por obra el capitán. Cavó en la parte y lugar que el
padre Francisco le había señalado. Y salió un golpe de agua con la cual
bebieron todos los que se hallaron presentes, y las cabalgaduras y animales que
traían”; y no fue la única vez que hizo esto.
En Santiago del Estero se cuenta
que guardan una cuerda de su rabel que
les hace muchos milagros, sobre todo a las señoras para tener un buen parto.
Después de 8 años de incansable labor
en el Tucumán sus superiores le ordenaron venir a la Provincia de los XII Apóstoles, a la comunidad de Lima, como Guardián del nuevo Convento de La Recolección (Recoleta) de Santa María
de los Ángeles.
LOS ÚLTIMOS AÑOS DE SU VIDA EN
TRUJILLO Y EN LIMA
A los 49 años de edad el padre Solano inició el viaje de vuelta a Lima; fue lento, constante y agotador, pues lo
hizo de nuevo a pie, enfermo y en lamentables condiciones físicas. El
itinerario fue prácticamente el inverso al de su llegada al Tucumán. Pasó por Sucre y Potosí, La Paz, Copacabana, Cuzco, Ayacucho y
finalmente Lima.
Lima era la ciudad más floreciente de América del
Sur, capital del Virreinato del Perú que alcanzaba desde Panamá hasta el Estrecho de Magallanes. También era sede del Arzobispado y de la Audiencia Real. Tenía muchos colegios, conventos y hospitales,
así como la Universidad de San Marcos.
A finales del siglo XVI, coincidieron en Lima, al mismo tiempo que fray Francisco Solano, algunas
personas Santas como San Martín de
Porres (el célebre “Fray Escoba”), Santa Rosa de Lima y el arzobispo de Lima Santo
Toribio de Mogrovejo.
Lima era un gran mosaico de razas y categorías sociales.
Predominaban los andaluces, pero
también había portugueses y sefardíes, negros de Angola, indios
de diversas tribus y mestizos. La
abundancia de dinero hizo crecer como la espuma los negocios mercantiles. Las
mujeres rivalizaban en lujos y despilfarros, e incluso las esclavas vestían de
seda y con joyas. Empezaron a proliferar los lugares de diversión y fiestas tales como tabernas, garitos, mancebías y corrales de comedias siendo que éstos últimos estaban prohibidos en
el reino de España desde el 2 de mayo de 1598. Se cuenta que el padre Solano solía entrar en dichos lugares predicando la
vida ordenada y el volver los ojos hacia Dios.
Al tiempo de estar en Lima, fray
Francisco fue enviado a Trujillo donde
permaneció 2 años sirviendo como Superior del Convento de La Encarnación.
San Francisco Solano. |
Al despedirse de Trujillo para volver a Lima predijo que vendría una gran ruina sobre la ciudad de Trujillo y, a los 3 meses, Trujillo fue asolada por una pestilencia que mató a más de 800 personas acompañada de un aguacero que desoló la ciudad y de una plaga de moscas y sabandijas.
En 1604,
fue de nuevo trasladado a Lima. Contaba
ya 55 años. Ese mismo año, el día 21 de diciembre predicó el famoso sermón de
Lima en la Plaza Mayor. Pidió que se arrepintieran y se
encomendaran a Dios, que los terremotos y diluvios que se venían dando en Lima
y ciudades cercanas se debían a sus pecados: “…si no hay arrepentimiento, si no hay penitencia, si no se pide
clemencia, Lima se hundirá en su ruina moral, se hundirá espiritualmente”.
El efecto del sermón fue inmediato, durante toda esa noche las iglesias se abrieron, se expuso el Santísimo y
se realizaron procesiones de penitencia, oraciones y promesas de buenas obras. Toda la ciudad entro en aflicción y
todos trataron de arreglar sus vidas con Dios. Se ha dicho que este fue el más grande testimonio de conversiones que
se haya visto en el Perú. Fue tal la conmoción y alboroto que provocó en la
población que el Arzobispo, el tribunal de la Inquisición y la audiencia real,
entre otros, pidieron se examinar en teología el contenido de las palabras
pronunciadas por el padre Solano. En audiencia, fray Francisco Solano expuso
que estando en su cuarto en oración, pensando en qué predicaría ese día en la
Plaza, su pensamiento se iluminó; debía predicar lo dicho por el Apóstol Juan: “Que
los vicios de la carne, la avaricia y vanidad habían de destruir al mundo y que
siendo esto así: ¿Cómo Lima no estás destruida con tantas torpezas y
carnalidad, tanta soberbia y vanidad, tanta avaricia y malos tratos? Mira que
si no te arrepientes, si no te enmiendas, te ha de destruir Dios muy pronto y
quizá será esta noche. Dios no quiere la muerte del pecador, sino la conversión
y que salve su espíritu; y que esto
había dicho porque se enmendasen y no porque hubiese tenido revelación Divina
de que fuera a ser destruida la ciudad esa noche”. Se tomó nota escrita de lo declarado y, sin encontrar falta, se firmó
y se envió al Virrey y al Arzobispo.
MUERTE Y CANONIZACIÓN
Debido a su enfermedad, fray Francisco
Solano es trasladado a la enfermería
del Convento de San Francisco de
Lima. El último médico que le atendió fue Pedro
Rodríguez, testificó que tenía
debilidad en todo su cuerpo, que los continuos ayunos, las penitencias, la
mala cama, le estaban descarnando y aumentaban sus fuertes dolencias de
estómago. Parecía un esqueleto y sufría
de fiebres y calenturas.
Poco
antes de morir escribió una carta
dirigida a su hermana Inés, en Montilla (España): “La
gracia del Espíritu Santo sea siempre en su alma, hermana mía. No tengo otra
plata ni oro que enviarle sino palabras, y no mías, sino de Jesucristo, que por
eso me atrevo a escribirlas. Dice el dulcísimo Jesús por San Mateo:
"Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia"; en este
lugar es amar a Dios según lo declaran algunos doctores y santos, pues
bienaventurada el alma que en esta vida padece hambre y desea hartarse en el
Señor, encendiéndose en su amor. Si vuestra merced, hermana mía, quiere ser
dichosa y bienaventurada en esta vida y en la otra, tenga hambre y sed de
servir a Dios, de amarle, poseerle y gozarle; quiera y ame a tan buen Dios de
todo corazón, de toda su alma y con todas sus fuerzas. …y ofrézcale en
sacrificio todos los trabajos, pobrezas y necesidades que padece, con hambre y
sed de gozar de aquellas riquezas, delicias y regalos del Cielo, que es el
centro de nuestro descanso... A todos mis sobrinos dará mis recomendaciones,
encargándoles de mi parte sirvan a Dios y no le ofendan”.
Icono de San Francisco Solano. Proviene del Taller de Iconos Jean de Saint Denis www.tallerdeiconos.com. |
Desde el 6 de junio de 1610 no abandonó su lecho de enfermo. El padre Guardián fray Pinedo declaró que era admirable ver como pasaba tantos días sin
comer, parecía imposible que siguiera viviendo; sufría de mucho frío, se le
abrigaba bastante, padecía de debilidad, de los dolores estomacales y de
calambres en las piernas. A pesar de
todos esos males, su rostro permanecía alegre y manifestaba estar contento con
la voluntad de Dios, nunca se quejaba, aguardaba
de gozar de la vida sin muerte, la bienaventuranza de estar más cerca de Dios. Decía que Dios le
había quitado todas las fuerzas del cuerpo para que no le pudiera ofender y se
hacía leer textos que le llenaran de gozo y paz interior. Decía: “¡qué buen amigo es Dios!, ¡Amemos a nuestro
buen Dios!”
Bastón de San Francisco Solano, cruz con la que predicaba y silla en la que reposaba. Fotos facilitadas por Jaime Luque Luque. |
El día de su muerte, 14 de julio de 1610, con 61 años de edad, festividad de San Buenaventura, los pajaritos cantaban como nunca se había oído. Fray Juan Gómez decía que Dios los había
mandado. A las 10 y cuarto de la mañana expiró
con serenidad en su rostro, diciendo “¡Glorificado sea Dios!” Se cuenta que a esa misma hora las campanas de la Iglesia
de Loreto en Sevilla, Convento donde pasó los primeros años de franciscano, se
repicaron por unos minutos sin que nadie las tocase.
Testigos presenciales afirmaron que su cuerpo, que en vida era el de un hombre moreno, enjuto, de
pocas carnes, después de muerto se
transformó y se llenaron de carne los pies y las manos, su rostro se volvió
blanco y muy hermoso, y yacente parecía estar vivo.
El entierro se celebró el 15 de Julio de 1610, acudieron unas cinco mil personas casi toda la población de Lima, y la gente se disputaba sus ropas, cabellos, etc. Fue
necesario ponerle hasta un quinto hábito, todos querían tener una reliquia por
el amor y devoción que le tenían. No se podía dejar ni por un minuto el cuerpo
sin el cuidado de la guardia del Virrey, porque la gente seguía sacando algo
del cuerpo; hay quien cuenta que en fervor fanático llegaron a llevarse un dedo
y un diente del cadáver. Se le dio
sepultura en medio de la capilla mayor, debajo del altar mayor de la Catedral
de Lima.
Ese
mismo día, antes del entierro se realizaron dos retratos, en lienzo, del Santo, los pintores fueron, Juan de Aguayo y el capitán Pedro Coelho, natural de Madrid, que
conocía al padre Solano desde hacía 11 años. Como por las prisas ninguno de los dos retratos quedó bien,
el Virrey, habiendo transcurrido
unas horas del funeral, mandó que se
abriera la sepultura y que los mismos pintores realizaran dos nuevos retratos
del cadáver. Un grupo de frailes franciscanos daba luz con hachones encendidos,
se desenterró el cuerpo que no había sufrido nada de corrupción y no tenía nada
de mal olor y parecía como dormido. La orden era pintar sólo el rostro y las manos. Una vez realizado el trabajo, lo
volvieron a enterrar.
Tan
sólo 15 días después de la muerte del
padre Solano se abrió el proceso de
canonización, “una información sobre la vida y costumbres
de fray Francisco Solano, y sobre los milagros y maravillas que Dios obró por
sus manos”. Las gestiones comenzaron
en Lima, donde hubo 500 testigos, y después continuaron en otras ciudades del
Perú, en el Tucumán y en España.
Mucho antes de que Roma lo elevara a los altares, el padre Francisco Solano ya era venerado en innumerables iglesias y reconocido como Patrono de numerosas localidades americanas y benefactor de su ciudad natal. Esta devoción creciente, puenteaba y contravenía el farragoso y largo protocolo romano de reconocimiento de Santidad, que el Papa Urbano VIII había reservado en exclusiva para la Santa Sede y que en una Bula fechada el 30 de octubre de 1635 así ratificaba: “…prohibiendo el culto en las Iglesias a las imágenes, pinturas o cuerpos de personas no beatificadas o canonizadas, ni a la impresión de sus supuestos milagros o revelaciones, por no abrir puertas y aclamar Santos si no han sido declarados como tales por la Santa Sede”. Siguiendo el mandato del Papa Urbano VIII, fray Pedro Arauz, Calificador del Santo Oficio y Ministro Provincial de la Provincia de los Doce Apóstoles del Perú, dicta una patente de no culto desde el Convento de Jesús de Lima, el 13 de noviembre de 1659, por la que ordena: “se quite y hagan quitar de las Iglesias las imágenes o pinturas que por devoción se haya hecho del Santo Varón fray Francisco Solano y que se cumpla este mandato”. Pero el culto y veneración al padre Solano eran ya irrefrenables, por todos los lugares se proclamaban nuevos milagros, curaciones y gracias recibidas que al Santo se atribuían.
Mucho antes de que Roma lo elevara a los altares, el padre Francisco Solano ya era venerado en innumerables iglesias y reconocido como Patrono de numerosas localidades americanas y benefactor de su ciudad natal. Esta devoción creciente, puenteaba y contravenía el farragoso y largo protocolo romano de reconocimiento de Santidad, que el Papa Urbano VIII había reservado en exclusiva para la Santa Sede y que en una Bula fechada el 30 de octubre de 1635 así ratificaba: “…prohibiendo el culto en las Iglesias a las imágenes, pinturas o cuerpos de personas no beatificadas o canonizadas, ni a la impresión de sus supuestos milagros o revelaciones, por no abrir puertas y aclamar Santos si no han sido declarados como tales por la Santa Sede”. Siguiendo el mandato del Papa Urbano VIII, fray Pedro Arauz, Calificador del Santo Oficio y Ministro Provincial de la Provincia de los Doce Apóstoles del Perú, dicta una patente de no culto desde el Convento de Jesús de Lima, el 13 de noviembre de 1659, por la que ordena: “se quite y hagan quitar de las Iglesias las imágenes o pinturas que por devoción se haya hecho del Santo Varón fray Francisco Solano y que se cumpla este mandato”. Pero el culto y veneración al padre Solano eran ya irrefrenables, por todos los lugares se proclamaban nuevos milagros, curaciones y gracias recibidas que al Santo se atribuían.
San Francisco Solano, Patrón de El Galpón (Provincia de Salta, en Argentina) Devotos Gauchos con la imagen del Santo. |
El 1674 el Papa Clemente X procedió a la
Beatificación de Francisco Solano y se decreta: “…que reciba el nombre de beato y que su cuerpo y reliquias se expongan,
sin sacar procesiones, a la veneración de los fieles, y se celebre Misa de
Confesor no pontífice, la recitación del oficio, en Montilla pueblo natal del
Francisco Solano y en Lima donde reposan sus restos y la región Tucumana”.
El 27 de diciembre de 1726 el Papa Benedicto
XIII publicó la Bula de Canonización. La noticia auténtica de la canonización llegó
a Lima a principios de 1728. El Virrey mandó iluminar la ciudad por 8 días. El
24 de Julio se celebró solemnemente la fiesta de San Francisco Solano. Las
campanas no se cansaron en su repiqueteo, se hicieron fogatas, cohetes
voladores, clarines, cajas y chirimías.
San Francisco Solano es
Patrono de los Terremotos, de los Navegantes,
de la Mar del Sur, de la Unión de Misioneros Franciscanos y del Folclore Argentino. También es
Patrono de Montilla (España) y
de numerosas ciudades americanas como Lima,
La Habana, Panamá, Cartagena de Indias,
La Plata, Ayacucho y Santiago de Chile,
entre otras. Su imagen es venerada en el
tempo franciscano de Santiago del Estero el día 24 de Julio. En España su
festividad es el 14 de Julio.
Mosén José Mairal Villellas junto a la reliquia de San Francisco Solano en La Iglesia parroquial de Santa Bárbara de La Puebla de Castro. Autor de la foto: Pedro Bardaji Suarez. |
EL SANTO DE LA ALEGRÍA Y DE LA POBREZA Y CARIDAD FRANCISCANA
San Francisco Solano evangelizando indígenas. |
LA RELIQUIA DE SAN FRANCISCO SOLANO VIAJA A GINEBRA DURANTE LA GUERRA CIVIL
En el archivo de la
Iglesia Parroquial de La Puebla de Castro se conserva el acta, de fecha 27 de noviembre de 1937, por el que una
delegación de la Junta Central del
Tesoro Artístico, recibe, del concejo municipal de La Puebla de Castro,
varios objetos religiosos y de culto entre los que se encuentran las tablas del
Retablo gótico de San Román de Castro y los 2 relicarios de plata. De modo que, junto a las obras del Museo del
Prado, que conformaban el núcleo del Tesoro Artístico Nacional, viajaron
también varias joyas del tesoro religioso de La Puebla de Castro, entre ellas, los huesos de San Francisco Solano y de Santa Rosa de Lima que sufrieron
el exilio. El Museo del Prado
nos ha facilitado fotocopias de las anotaciones del primer inventario que se realizó de las cajas al llegar a Ginebra, en concreto las anotaciones manuscritas del experto Neil MacLaren, Director de la National Gallery de Londres; en dichas
anotaciones y en posteriores hojas escritas a máquina, aparecen, entre otros,
los objetos citados evacuados de La Puebla de Castro.
Durante los meses de mayo y junio de 1939 las cajas del Tesoro Artístico Nacional regresaron a España. La Puebla de Castro recuperó el Retablo gótico de San Román de Castro y el hueso de San Francisco Solano. En el "Catálogo monumental de España. Huesca." Publicado por el C.S.I.C. en 1942, el eminente historiador D. Ricardo del Arco y Garay, recoge en la página 233: "La parroquia de La Puebla de Castro ha podido recuperar, entre otras piezas, 2 relicarios, uno con un hueso de San Francisco Solano, apóstol de las Indias". También D. Ricardo del Arco, en su artículo titulado "El Templo románico de Castro" publicado en el Boletín de la Real Academia de la Historia, tomo 111, año 1942, páginas 291 a 395, escribe el siguiente párrafo final: "Los marxistas ocuparon la comarca y despojaron a Castro de sus obras de arte, lo mismo que al templo parroquial de La Puebla de Castro. Ha podido ser recuperado íntegro el retablo mayor… y otras piezas de orfebrería, entre las que destacan dos cálices, dos relicarios (uno con un hueso de San Francisco Solano, apóstol de las Indias) y una fuente bautismal, de plata, del siglo XVIII. Todo estaba en la iglesia parroquial."
En la actualidad el relicario de plata que contiene el hueso cúbito del antebrazo del llamado "Apóstol de América", San Francisco Solano se guarda en el Joyero-Museo de la Iglesia Parroquial de Santa Bárbara de La Puebla de Castro.
FUENTES CONSULTADAS
Relicario con hueso de San Francisco Solano en La Puebla de Castro: Catálogo Monumental de Huesca, Ricardo del Arco, C.S.I.C., Madrid, 1942, página 233.
Archivo de la Iglesia Parroquial de Santa Bárbara de La Puebla de Castro. Acta de incautación, de la delegación de la Junta Central del Tesoro Artístico, de objetos religiosos y de culto, fecha 27 de noviembre de 1937.
Archivo
Diocesano de Barbastro-Monzón.
Legajo 815: Inventario arciprestazgos Graus, Campo, La Fueva. Carpeta La Puebla
de Castro: inventarios de los bienes de la iglesia colegial de La Puebla de
Castro de los años 1774, 1777 y 1790.
Museo
del Prado. Inventarios de
las cajas del Tesoro Artístico Nacional al llegar a Ginebra. 1939.
Los
datos de esta breve semblanza del Santo han sido contrastados en los documentos
y las declaraciones escritas de testigos, que se recogieron, a partir de los 15
días de su muerte, y que forman parte del expediente de su proceso de
Canonización. También he consultado: “El Apóstol de América, San Francisco
Solano” del padre Luis Julián Plandolit OFM, editorial Cisneros, Madrid, año
1963; “Vida de San Francisco Solano” de fray Emilio Carpio Ponce OFM, Convento
de San Francisco de Jesús, Lima, Perú, Agosto de 2011; “San Francisco Solano,
en Año Cristiano, Tomo III” del padre Rubén Vargas Ugarte, S.J., Madrid,
Ed. Católica (BAC 185), 1959, pp. 125-133.
Nuestro agradecimiento a Mosén José Mairal Villellas, Cura Párroco de La Puebla de Castro, por la labor que realiza de conservación y enriquecimiento del patrimonio religioso cultural del Pueblo, así como por las facilidades que da para el acceso, estudio y divulgación de los bienes que con tanto celo custodia.
SAN FRANCISCO SOLANO EN MONTILLA (CÓRDOBA)
Placa en la Iglesia de San Francisco Solano. Montilla (Córdoba) |
La
iglesia parroquial de San Francisco
Solano se levanta en el solar que ocupó la casa en que nació el Santo. El
solar fue adquirido en 1664 a
expensas de Francisco Isidro de Alba,
oidor de la Real Chancillería de Granada que, junto con el pueblo de Montilla, inició la construcción del nuevo templo en
1681. En este lugar se guarda un importante patrimonio, con obras de arte
alusivas a la vida de San Francisco Solano. La tradición asegura que en el
lugar exacto que hoy ocupa la imagen titular del Patrón, en el retablo mayor,
estaba la habitación donde nació el “Evangelizador
de las Américas”.
Si desea saber más sobre “SAN FRANCISCO SOLANO EN MONTILLA”, puede clicar sobre los títulos siguientes:
Imágenes y fuente de San Francisco Solano en Montilla (Córdoba). Fotos facilitadas por José Palma Varo. |
El siguiente audiovisual es un extracto del
documental “Montilla Año Jubilar” realizado por la Oficina Municipal de Comunicación
del Ayuntamiento de Montilla con motivo del Año Jubilar que el Papa Benedicto
XVI concedió a Montilla, coincidiendo con la conmemoración del cuarto
centenario de la muerte del San Francisco Solano.
El audiovisual recorre en imágenes la vida del Santo y resalta la vinculación que guarda la localidad de Montilla con su patrono, San Francisco Solano.
Dirección y Realización: José Antonio Aguilar López. Guión: Antonio Salas Tejada. Ayudante de Dirección: Juan Pablo Bellido Muñoz. Imagen: Montilla Televisión, Consejo Regulador de la Denominación de Origen Montilla-Moriles, José Antonio Aguilar López, José Juan Panadero Navarro. Fotografía: Juan Pablo Bellido Muñoz, Rafael Salido Sánchez, Jaime Luque Luque, Paco Bellido, Oficina Municipal de Comunicación. Locución: José Antonio Aguilar López. Figuración: Javier Casado de la Rosa, Jesús Joaquín Corredor.
Es una producción del Ayuntamiento de Montilla. Oficina Municipal de Comunicación.
IV Centenario de la muerte de San Francisco Solano. Montilla Año Jubilar - 2009-10
CANCIÓN A SAN FRANCISCO SOLANO
El
grupo musical Almagato publicó en 2006 un CD-Libro titulado “El
ensueño del monte”, recopilatorio de cultura, ritmos, mitos y leyendas del Noreste Argentino, en especial de la
provincia de Santiago del Estero.
CD-Libro "El Sueño del Monte" de Almagato. |
Pueden
escuchar la CANCIÓN, “LA VIOLÍN DE SOLANO” haciendo CLIC sobre el reproductor
siguiente:
LETRA DE LA CANCIÓN:
Llegó
Francisco Solano
con
su violín y su cruz
trayendo
sonidos
de
las sombras a la luz.
Iba trayendo sonidos
de las sombras a la luz.
Cruzando
los salitrales,
por
techo el azul del cielo,
la
voz del coyuyo
le
fue prestando su acento.
La
música del coyuyo
le
fue prestando su acento.
Con el pulso de la tierra
Santiago lanza su canto:
las armas no ganan guerras
pero sí el violín de un Santo,
con el pulso de la tierra
Santiago lanza su canto.
Su
mano abierta y curtida
de
amor y de soledad
arrancaba
espinas
que
sangraban libertad,
Francisco
sacaba espinas
que
sangraban libertad.
Del
norte llegó viajando
a
Santiago del Estero
y
al cielo subió cantando
este
Santo violinero,
y
al cielo subió tocando
este
Santo violinero.
Con el pulso de la tierra
Santiago lanza su canto:
las armas no ganan guerras
pero sí el violín de un Santo,
con el pulso de la tierra
Santiago lanza su canto.(El Coyuyo es una chicharra o cigarra muy ruidosa y abundante en Santiago del Estero)
El
CD-Libro “El sueño del Monte”, rinde homenaje
a Mauricio Aznar y a Santiago del Estero, la primera ciudad
que se levantó en suelo Argentino en el año 1533. Almagato lo componen: Patricia
Badian y Alicia Fernández (voz),
Alberto Moreno (voz y quena), Jaime Lapeña (violín y vioala), Jaime Gonzalez (voz, guitarra española
y acústica, charangos, mandolín, flautas, ocarina, bombos, sachabombos, cajas y
percusiones). Trabajo publicado en 2006 por el propio Almagato en colaboración
el Gobierno de Aragón.
ZAMBA SAN FRANCISCO SOLANO DE LOS
CANTORES DE SALAVINA
Los cantores de Salavina fue un grupo musical formado en el año 1959 en Santiago del Estero (Argentina), para divulgar el folclore santiagueño de la tierra en que sus componentes nacieron.
En su segundo disco (“long play”) titulado "Un alto para cantar", publicado en el año 1963 con el sello Music-Hall, incluyeron la Zamba "San Francisco solano" de Fortunato Juárez. Un tema de sentimiento y sincera devoción a la huella enraizada que dejó en la tierra argentina el Apóstol de América, el padrecito San Francisco Solano, que en el audiovisual siguiente pueden disfrutar:
BENDICIÓN DE SAN FRANCISCO SOLANO EN HUMAUACA
(PROVINCIA DE JUJUY, EN ARGENTINA)
En la torre de la esquina
del antiguo Cabildo de la ciudad
construido en 1940, frente a la Plaza de
Humauaca aparece todos los días, a
las 12 horas del mediodía, la imagen
articulada de San Francisco Solano a dar su bendición a todos los presentes;
tiene 3 movimientos de saludo y aparece por apenas un minuto.
Si desean ver el artículo completo del VIAJE Y ESTANCIA DE LA RELIQUIA de San Francisco Solano de La Puebla de Castro en el municipio de Montilla (Córdoba), cliquen sobre el siguiente Título:
- LA RELIQUIA DE SAN FRANCISCO SOLANO DE LA PUEBLA DE CASTRO VIAJA A MONTILLA -
Si desean ver un amplio reportaje de la EXPEDICIÓN PUEBLENSE A MONTILLA los días 19 y 20 de Noviembre de 2016, cliquen
sobre el siguiente Título:
- HERMANAMIENTO DE MONTILLA Y LA PUEBLA DE CASTRO, SALIDA EXTRAORDINARIA DEL SANTO SOLANO Y MISA SOLEMNE, VISITA A LA MEZQUITA CATEDRAL DE CÓRDOBA, REGRESO CON LA RELIQUIA... -
Si desean ver el reportaje de los actos de celebración del 300 aniversario de la unión de Montilla y La Puebla de Castro 1722 - 2022, cliquen sobre el siguiente Título:
Si desean ver el reportaje de los actos de celebración del 300 aniversario de la unión de Montilla y La Puebla de Castro 1722 - 2022, cliquen sobre el siguiente Título: