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ARCHUZA DE BAHLUL IBN MARZUQ, EL LIBERTADOR

Bahlul ibn Marzuq, "héroe del pueblo", "enviado de Dios", "aragonés universal"... 
Nació en el actual término de La Puebla de Castro y murió en el año 802

Autor del artículo: Pedro Bardají Suárez
Publicado en el Libré de las Fiestas de La Puebla de Castro del año 2015

Clicando sobre las fotos podrán disfrutarlas a mayor tamaño

Bahlul ibn Marzuq. Retrato realizado por Arantzazu Blanco Grañena (TzazuZuri).


ÍNDICE
  1. Trascendencia histórica y literaria de la archuza de Bahlul
  2. La invasión Musulmana
  3. Los orígenes de Bahlul: familia Uskara
  4. El reino de Bahlul
  5. Descubrimiento y contenido de la archuza (desgranando lo histórico de lo legendario)
  6. Texto completo: la archuza de Bahlul
  7. Bibliografía
 "¡Os anuncio una gran alegría para todos, Dios ha escuchado mis plegarias y os envía un salvador, os doy esta señal, vendrá del norte, de la región de Barbitaniya...!" (De la Granja Santamaría, 1967) con estas palabras el venerado asceta de la ciudad de Huesca al-Mugallis profetizó la llegada del altoaragonés Bahlul.



1- TRASCENDENCIA HISTÓRICA Y LITERARIA DE LA ARCHUZA DE BAHLUL

El muladí Bahlul ibn Marzuq (autóctono convertido al islam), antepasado de la actual Puebla de Castro (Esparza, 2009) creó un reino independiente, efímero en el tiempo, apenas duró 4 años (798 al 802), pero de tal impacto que sus hazañas e ideal de justicia fueron contadas y recreadas a lo largo de la zona norte de la península durante décadas, pasando de generación en generación por trasmisión oral: "...Bahlul, un rebelde profetizado y enviado por Dios para liberar a su pueblo de la tiranía de los gobernantes Banu Salama, que arrebató la ciudad de Zaragoza y las tierras del rico Valle del Ebro al poderoso Emirato de Córdoba..."

Mapa del reino de Bahlul. Autor: Pedro Bardají Suarez. Fuentes utilizadas: Evariste Lévi-Provençal (España Musulmana hasta la caída del Califato de Córdoba, 711-1031. Tomo IV de la Historia de España de Ramón Menéndez Pidal. Espasa-Calpe. Madrid, 1976); Fernando de la Granja Santamaría (La Marca Superior en la obra de al-Udrí. Zaragoza: Escuela de Estudios Medievales. C.S.I.C. 1967); Manuel Iglesias Costa (Historia del Condado de Ribagorza. Instituto de Estudios Altoaragoneses: Diputación de Huesca, 2001. Dep. legal HU-503-2001. ISBN 84-8127-121-7); Luis Molina Martínez y María Luisa Ávila Navarro (La división territorial en la Marca Superior de al-Ándalus. Historia de Aragón, Zaragoza: Guara, 1984, III, 11-30).

Habían transcurrido 250 años de la muerte de Bahlul cuando el geógrafo e historiador musulmán Ahmad ibn Umar al-Udrí (1003-1085), de origen almeriense y formado en la Meca, en misión oficial por la Marca Superior de al-Ándalus, escuchó impresionado el relato oral completo de las proezas de Bahlul. Tras contrastarlas con fuentes históricas las recogió en el poema épico popular "La archuza de Bahlul" (De la Granja Santamaría, 1967). Otros historiadores anteriores a al-Udrí, como es el caso del tunecino ibn Harit al-Jusani (s. X) habían escrito ya de Bahlul, pero parcialmente, sus crónicas se limitaban a recoger los pasajes iniciales de la revuelta: el suceso del halcón y el niño, el hombre santo que pide la ayuda divina, y la llegada de Bahlul, en respuesta a las plegarias, acabando con la maldad de los gobernantes (Ávila Navarro y Molina Martínez, 1995). Veremos la transcripción íntegra del texto de al-Jusani más adelante.

Introducción a la obra "La Marca Superior en la obra de Al-Udrí" del arabista Fernando de la Granja Santamaría. Obra en la que presenta traducida del árabe al castellano la archuza de Bahlul. Zaragoza: Escuela de Estudios Medievales. C.S.I.C. 1967.

La archuza, mezcla de datos históricos y legendarios, completó los relatos previos, llevando una nueva y ensalzada figura de Bahlul a los confines de al-Ándalus y trascendió sus fronteras, resonando su leyenda por el resto del orbe musulmán. Cristianos, muladís y los propios islamitas lo reconocieron como héroe popular, un símbolo de la lucha del pueblo oprimido contra la tiranía.

La investigación filológica de la archuza de Bahlul revela, en su confección, transferencias de tradiciones literarias previas, orientales, cristianas, incluso evangélicas (su llegada fue profetizada, enviado por Dios con un ideal de justicia para el pueblo oprimido, sufrió la traición de su fiel compañero...). Y ha servido de inspiración a pasajes de grandes obras de la épica y dramática castellana y europea. El catedrático y filólogo José Fradejas (Fradejas Lebrero, 1982 y 1983) considera la archuza de Bahlul a la altura, por sus similitudes, repercusión e influencia, del "Cantar de Mío Cid", del "Cantar de Roldán" y de los poemas épicos de "Walter de Aquitania". La profesora de Lengua y Literatura Árabe de la Universidad de Valladolid Dolores Oliver (Oliver Pérez, 2008) sostiene, tras 20 años de investigación, que el "Cantar de Mío Cid" se escribió en el año 1095 y recoge tópicos de la historiografía y de la tradición literaria árabe. El catedrático de lingüística y profesor de la Universidad de San Antonio, Texas, Francisco Adolfo Marcos (Marcos Martín, 1971, 1976) ha subrayado las influencias temáticas de esta archuza en la épica europea medieval: la princesa mora que se enamora del cautivo, el rehén que se hace enemigo, la presencia de Dios en el obrar del héroe, la responsabilidad colectiva... El hispanista y profesor de Historia Medieval de la Universidad de la Sorbona Philippe Sénac (Sénac, 2011) destaca la presencia de la memoria de la archuza y del propio nombre de Bahlul en la composición de la "Chanson de Philomena" del s. XIII. El arabista Fernando de la Granja (De la Granja Santamaría, 1967) ve la posible influencia de la archuza en obras del siglo de oro como Fuenteovejuna de Lope de Vega.

Página inicial del Cantar de mío Cid conservado en la Biblioteca Nacional de España. Autor: Per Abbat (copista).

A continuación realizaremos una aproximación al personaje histórico y al contexto en que aparece.



2- LA INVASIÓN MUSULMANA

Hagamos un somero repaso de los acontecimientos que sacudieron el norte de la Península Ibérica durante el s. VIII. En el 711, comienza la invasión musulmana de la Hispania Visigoda. Aprovechando el conflicto civil entre los dirigentes visigodos, los musulmanes avanzan sin apenas encontrar resistencia.

Batalla de Guadalete, Julio del año 711. El rey de la España visigoda Don Rodrigo trató de frenar, sin éxito, la invasión musulmana de la península. Fue traicionado por sus aliados godos Sisberto y Oppa que en el momento decisivo de la batalla desertaron. La derrota fue total: el rey perdió la vida ante las fuerzas musulmanas invasoras comandadas por Táriq ibn Ziyad y el estado visigodo en la península Ibérica, en poco tiempo, pasó a ser el Emirato de Córdoba de al-Ándalus. Imagen de Santi Pérez (https://www.nationalgeographic.com.es/historia/grandes-reportajes/la-batalla-del-guadalete_6310)

En el 720 la península Ibérica está conquistada a excepción de unos pequeños territorios montañosos de vascos, cántabros y astures. Los musulmanes, envalentonados, penetran en Francia con el propósito de ocupar toda Europa. En el 732 son frenados por los Francos de Carlos Martel en la Batalla de Poitiers. Tras la derrota, los musulmanes se repliegan al sur de los Pirineos y los Francos construyen la Marca Hispánica, pequeños condados cristianos a modo de frontera y freno de futuras invasiones musulmanas (en estos Condados se encuentra el germen del que, tres siglos después, será el reino de Aragón). Frente a la cristiana Marca Hispánica los musulmanes levantan su propia frontera norte, la Marca Superior de al-Ándalus, de modo que, al sur de los Pirineos, la Marca Hispánica y la Marca Superior conforman una doble frontera religiosa defensiva-ofensiva.

Expansión del Islam hasta finales del s. VIII. Ilustración de: www.vicensvives.es

En este contexto fronterizo, y justo antes de que los franceses levanten la Marca Hispánica ocupando territorios al sur de toda la cordillera pirenaica (solo lo habían hecho de forma permanente en Gerona), es donde surge la figura de Bahlul. Un rebelde aragonés que tratará de preservar su reino de justicia entre dos grandes potencias expansionistas de la época, al-Ándalus y el Imperio Carolingio, dirigidas respectivamente por el Emir de Córdoba al-Hákam I (su principal enemigo) y Carlomagno (con el que establecerá alianzas).


Mapa de la invasión islámica de la península Ibérica. Autor: wikipedista NACLE (https://es.wikipedia.org/wiki/Usuario:NACLE)



3- LOS ORÍGENES DE BAHLUL: LA FAMILIA USKARA

En los primeros años de la ocupación musulmana, en el distrito de la Barbitaniya (zona nororiental de la Marca Superior de al-Ándalus), en terrenos de la actual Puebla de Castro, se encontraba el inexpugnable Qasr Muns (castillo de Muns). Los historiadores y arqueólogos José Ángel Asensio y Mª Ángeles Magallón (Asensio Esteban y Magallón Botalla, 2011) identifican arqueológicamente este castillo con los restos de las fortalezas halladas en la Peña del Calvario (cerro Calvario) de La Puebla de Castro.

Sobre el castillo de Muns (de origen visigodo) se levantó en el s. X un  hisn (fortaleza) oficial del Califa Abderramán III, castillo conocido como Muñones o Castro Muñones. Tenemos pues datos y restos arqueológicos de la existencia de dos fortalezas sobre el mismo solar (la Peña del Calvario) construidas en épocas diferentes. Los arqueólogos José Ángel Asensio, Mª Ángeles Magallón y Pierre Sillières (Asensio Esteban, Magallón Botalla y Sillières, 2017) sostienen que, a pesar de la tradicional confusión terminológica de las fuentes escritas árabes y latinas de la época, las menciones al castillo, castro, qasr, hisn de Muns, Munniones o Muñones, se refieren indudablemente a los asentamientos castrales hallados sobre el cerro Calvario de La Puebla de Castro, ya sea la fortaleza califal oficial del s. X ó la anterior de origen visigodo; así lo afirman como resultado de sus investigaciones arqueológicas, tras varias campañas de excavaciones en dicho enclave.


Hisn o castillo de Castro Muñones, fortaleza oficial del Califa Abderraman III levantada en el s. X sobre el anterior castillo de Muns (Qasr Muns), en el cerro Calvario (Peña del Calvario) de La Puebla de Castro. Los muros, de tapial de tierra sobre zócalo de piedras, se impermeabilizaban con una capa de estuco (arena fina con cal o yeso) que confería al castillo un espectacular color blanco. Reconstrucción realizada por Fernando Martín Bravo.

El señor del castillo de Muns se llamaba Uskara (el abuelo de Bahlul), cristiano visigodo, posiblemente de origen vasco (Sénac, 2011), siendo también posible que fuera este idioma uno de los que se hablara en la zona. Son muchos los topónimos de lengua vasca que se conservan en el entorno, incluso, el actual habla local de La Puebla de Castro utiliza cotidianamente el adverbio "bai" ("sí" en vasco) como interjección, expresión de sorpresa. El historiador Alberto Cañada Juste ve en este nombre "Uskara" la mención más antigua conocida de la lengua vasca (Cañada Juste, 1980).

Al llegar el invasor musulmán a los dominios de Uskara, probablemente decidió, para no perder su poder y sus tierras, seguir el ejemplo de otros gobernantes visigodos y abrazar la fe de los invasores (Sénac, 2010); también para conservar su gobierno el Conde visigodo de Borja cambió de fe y mudó su nombre Casius, para él y sus descendientes, por el de Banu Qasi (Iglesias Costa, 2001). De modo que Uskara se convirtió en Muladí (cristiano converso o cristiano renegado). Su hijo presenta ya un nombre adaptado a las costumbres islamitas: Marzuq ibn Uskara (Marzuq hijo de Uskara). Se cuenta que Marzuq tuvo 30 hijos varones (la familia o clan de los Uskara), siendo el más apuesto Bahlul ibn Marzuq ibn Uskara (Bahlul hijo de Marzuq y nieto de Uskara).

Junto al castillo de los Uskara se encontraba el poblado conocido, en época de ocupación musulmana y según la tradición oral, como Mialica. Habitado sin duda por gente rural, agricultores y ganaderos, junto a las familias de los soldados de la guarnición y a unos pocos artesanos y comerciantes que trabajarían en un mercadillo, a la sombra de una mezquita de modestas dimensiones y de algún humilde templo cristiano mozárabe. En las proximidades se encontrarían varias Almunias (así se denomina en la zona musulmana a las Casas de campo con finca) (Lévi-Provençal, 1957). Del poblado moro solo perdura una leyenda de tesoros escondidos: "del Calvario al Torrocón hay más oro que en todo Aragón; la ciudad de Mialica se hundió y el dinero allí se quedó".

Pueblo en tiempo de los moriscos. Ilustración del libro "Guía de viaje" (El País/Aguilar, Madrid, 1995). https://lopezcruces.blogspot.com.es/2007/06/de-ruta-por-al-ndalus.html

El historiador Alberto Cañada (Cañada Juste, 1980) sostiene que los dominios de la familia de los Uskara pasaron a depender de los Banu Salama, rama del famoso clan muladí de los Banu Qasi, representantes del poder central del Emir de Córdoba en la zona. Contra la tiranía de estos nuevos gobernantes inició Bahlul una rebelión sin tregua. Movido por ideales de justicia llegó a liberar Huesca, Zaragoza y, en sucesivas campañas y expediciones, la práctica totalidad del Valle del Ebro.



4- EL REINO DE BAHLUL

El historiador y sacerdote Manuel Iglesias (Iglesias Costa, 2001) tras estudiar la "Vita Ludovici", biografía del Emperador Ludovico Pio (hijo de Carlomagno y rey de Aquitania) escrita en latín en el s. IX por un cronista anónimo conocido como Astrónomo, subraya que en dicha obra se especifica que los dominios de Bahlul comenzaban en la cordillera de los Pirineos y eran fronterizos con la Aquitania de los Francos.

El mapa aproximado de los territorios de influencia de Bahlul, en el momento de mayor expansión, incluiría las actuales provincias de Huesca, Zaragoza, Lérida y Tarragona, así como parte de Álava, Navarra, la Rioja, Soria, Teruel, Barcelona y Gerona. Este trazado es el resultante de contrastar datos y referencias de fuentes cristianas e islámicas con los estudios publicados hasta la fecha, con rigor histórico, sobre la figura de Bahlul (De la Granja Santamaría, 1967) (Lévi-Provençal, 1950) (Iglesias Costa, 2001) (Molina Martínez y Ávila Navarro, 1984).

Fronteras del reino de Bahlul: al Noreste el imperio de Carlomagno, su aliado; al Noroeste los vascones, con Velasco gobernando en Pamplona, lindando al Reino de Asturias de Alfonso II "el casto" (monarca que inició en Camino de Santiago); y al Sur el Emirato de Córdoba (al-Ándalus) gobernado por al-Hákam I (nieto de Abderramán I).

Mapa del reino de Bahlul. Autor: Pedro Bardají Suarez. Fuentes utilizadas: Evariste Lévi-Provençal (España Musulmana hasta la caída del Califato de Córdoba, 711-1031. Tomo IV de la Historia de España de Ramón Menéndez Pidal. Espasa-Calpe. Madrid, 1976); Fernando de la Granja Santamaría (La Marca Superior en la obra de al-Udrí. Zaragoza: Escuela de Estudios Medievales. C.S.I.C. 1967); Manuel Iglesias Costa (Historia del Condado de Ribagorza. Instituto de Estudios Altoaragoneses: Diputación de Huesca, 2001. Dep. legal HU-503-2001. ISBN 84-8127-121-7); Luis Molina Martínez y María Luisa Ávila Navarro (La división territorial en la Marca Superior de al-Ándalus. Historia de Aragón, Zaragoza: Guara, 1984, III, 11-30).

Bahlul había dado una dentellada a al-Ándalus inasumible para el Emir de Córdoba al-Hákam I, que no repararía en medios hasta recuperar el Valle del Ebro y someter a obediencia los territorios perdidos.

Tras la muerte de Bahlul, sus dominios del sur fueron recuperados para al-Ándalus y los del norte ocupados por los Francos que primero conquistaron Barcelona y, desde aquí, avanzarían por la zona del actual Pirineo Aragonés hasta dibujar la famosa cadena de condados de la Marca Hispánica; aliento de la reconquista en la zona noreste peninsular.




5- DESCUBRIMIENTO Y CONTENIDO DE LA ARCHUZA DE BAHLUL (Desgranando lo histórico de lo legendario)

En la década de los 50 (s. XX) aparecen por azar unos manuscritos en árabe desordenados y deteriorados en una biblioteca particular de Jerusalén (Israel). Los expertos los identifican como fragmentos de una de las obras perdidas del geógrafo e historiador almeriense al-Udrí, que contiene íntegra "La archuza de Bahlul". El Instituto de Manuscritos de la Liga Árabe entrega los legajos al prestigioso doctor y catedrático de El Cairo (Egipto) al-Ahwan que publica la obra en árabe. En 1967, el catedrático arabista de las universidades de Zaragoza y de la Complutense de Madrid Fernando de la Granja Santamaría (De la Granja Santamaría, 1967) traduce dicha obra al español.

Jerusalén: la explanada de las mezquitas. Autor de la foto: https://commons.wikimedia.org/wiki/User:Godot13/Gallery

Veamos una sinopsis comentada del contenido de la archuza de Bahlul (tienen el texto completo en el capítulo 6 de este artículo).

El poema comienza describiendo la tiranía de la familia Banu Salama; rama del clan muladí de los Banu Qasi (Cañada Juste, 1980). Los Banu Salama, a las órdenes del Emirato de Córdoba, gobernaban la zona de Huesca y de Barbastro. Como ejemplo de su crueldad, el poema narra el suceso del halcón y el niño
"Uno de ellos lanzó un halcón contra una gallina, pero el halcón se apartó de ella y fue a posarse sobre un niño al que su madre daba pecho. La madre intentó apartar de su hijo al halcón, pero el walí (gobernador) se lo impidió y permitió que el halcón devorara al niño hasta que quedó saciado".
Señor medieval con su halcón listo para practicar la cetrería a caballo. Miniatura del códice del s. XIII, El arte de la cetrería de Fedrico II ("De arte venandi cum avibus"), que se conserva en la Biblioteca Apostólica Vaticana.

La que iba a ser la rebelión de Bahlul contaba ya con la bendición del alfaquí de Huesca, el venerable Ibn al-Mugallis (teólogo y jurista), un hombre de oración considerado santo, que pidió a Dios que librara a su pueblo de la opresión de los Banu Salama y que profetizó, e hizo correr la voz, de la existencia de un libertador que llegaría del norte, de la región de Barbitaniya (este pasaje recuerda la escena evangélica de Juan el Bautista anunciando la pronta llegada del Salvador). Ibn al-Mugallis ('Abd Allah ibn al-Mugallis) ha sido confirmado como personaje histórico por los arabistas Mª Luisa Ávila y Luis Molina (Ávila Navarro y Molina Martínez, 1995).

Hombre de oración islámico, místico Sufí. Autor de la foto: Escola de l'esser.

Los Banu Salama reflexionan, alarmados por la profecía, y llegan al convencimiento de que la amenaza partía de la fortaleza de Muns (levantada sobre la Peña del Calvario de la actual Puebla de Castro) gobernada por Marzuq ibn Uskara (del clan o familia de los Uskara). No se fiaron de las promesas de sumisión y obediencia de los Uskara y para aegurar su fidelidad y prevenir una posible rebelión, de los 30 hijos varones de Marzuq, tomaron y se llevaron como rehén a Bahlul, el más valeroso, justo y apuesto de sus hijos, que fue conducido a Huesca y encerrado por el gobernador de la ciudad, Ibn Salama, en su alcázar (Zuda).


Plano de la Huesca musulmana (Wasqa) elaborado por María Isabel Falcón Pérez y José Luis Corral Lafuente sobre un plano del s. XVIII.

Una esclava destinada al harem de Ibn Salama, al ver al apuesto Bahlul quedó cautiva de amor y una noche, con su ayuda, huyeron llevándose la mayor parte de las riquezas de Ibn Salama. El lingüista Francisco A. Marcos (Marcos Martín, 1971, 1976) ve en este pasaje de la archuza un tema clásico: "la princesa mora enamorada de un cautivo al que libera".

Safie, una de las tres damas de Bagdad. Cuadro de William Clarke Wontner (1857-1930)

El desconcierto turba al gobernador Ibn Salama cuando descubre la audacia e insolencia de Bahlul que ha logrado huir del alcázar robándole a su preciosa esclava y gran parte de su tesoro. Humillado, con la furia que produce el orgullo herido, irrumpe de noche en el castillo de Muns. Registra el lugar y pide le sea entregado Bahlul, pero éste no había llegado todavía. Deducimos, del contenido de este pasaje de la archuza, que manda heraldos a caballo por toda la región para que nadie le de refugio y se le retenga y denuncie su presencia, bajo severo castigo si la orden se incumple. Cuando Bahlul y la muchacha alcanzan al castillo de Muns buscando la protección familiar, su padre, fiel a la palabra dada a los Banu Salama y temiendo represalias contra el resto de la familia y posesiones, les negó el refugio: "Si no te vas de mi lado te pondré en manos del que te anda buscando" (este pasaje de la archuza recuerda al destierro del Cid en el Cantar de Mío Cid).

Desterrado, con la muchacha y las riquezas, Bahlul llegó a tierras de Barcelona donde tenía familia materna. Allí permaneció algunos años. Hemos de suponer que Bahlul se casa con la esclava liberada pues, un pasaje posterior de la archuza narra una escena de celos con su esposa.

Barcelona

Por fin, Bahlul abandona su destierro para cumplir su misión profética, la liberación de su pueblo y la destrucción de los injustos Banu Salama. Llegó hasta Selgua (junto a Monzón, en la provincia de Huesca) (Molina Martínez y Ávila Navarro, 1984), donde residían su hermana y su cuñado. Allí comprueba que el gobernador (Amil) de los Banu Salama sigue cometiendo injusticias y lo mata a él y a su criado. En este pasaje y en otro posterior, Bahlul pronuncia unas frases que recuerdan en el texto y en el contexto a las que, siglos después, utilizará Lope de Vega en su obra Fuenteovejuna (año 1613): "Todos nosotros hemos matado al malvado tirano que ha cometido atrocidades y violado nuestras cosas más íntimas..." (De la Granja Santamaría, 1967). Con su cuñado y unos campesinos que le juran lealtad conforma un grupo de 40 hombres rudimentariamente armados, su primer ejercito. Bahlul les asegura que Dios está con ellos y les dará el medio de derrotar a los Banu Salama.

Selgua (Huesca). Foto de: http://www.turismocincamedio.es

En dirección a la ciudad de Huesca, en Robres, se enfrenta al ejército profesional y bien pertrechado de los Banu Salama. Apenas comenzadas las primeras escaramuzas del combate, era pleno verano, época de recolección del cereal, hacía calor y siendo la hora de la comida y de la siesta, los Banu Salama, infravalorando a su enemigo, detienen momentáneamente la lucha; momento cumbre que Bahlul aprovecha para enardecer a sus hombres y atacar a la desesperada y por sorpresa. Consiguen llegar hasta la tienda de los despreocupados Banu Salama y dan muerte a los tiranos. Sirviéndose de esta ventaja y de la confusión provocada, Bahlul presenta su justa causa al ejército enemigo, otorgándoles el Amán (el perdón y la libertad para ellos y sus bienes) y comprometiéndose a tratarles bien y no exigirles nada más que lo debido; les estrechó la mano personalmente a cada uno, y todos los soldados de los Banu Salama se incorporaron a su mando.

Robres (Huesca). Autor de la foto: Dlecina@hotmail.com

Al frente de su recién estrenado ejército, Bahlul entró en la ciudad de Huesca y se hizo dueño de ella.

Huesca. Autor de la foto: Esteban Ania.

Se dirigió despues a liberar Zaragoza, entró en la ciudad y la conquistó. El arabista Lévi-Provençal (Lévi-Provençal, 1950) señala, documentados, varios intentos y ataques de ejércitos musulmanes para recuperar Zaragoza que fueron repelidos uno tras otro por Bahlul.

Zaragoza. Autor de la foto: Santiago Amo (https://www.santiagoamo.es/galerias/album/zarapan/)

Y se apoderó también de Tortosa (Tarragona) y de las zonas de la Marca Superior contiguas a ella.

Tortosa. Arriba a la derecha el castillo de la Suda.

Bahlul, para mantener su reino, estableció pactos con el cristiano Carlomagno, aplicó justicia, alcanzó la gloria y trajo un nuevo orden de paz para su pueblo. Entre los hechos legendarios atribuidos a su persona destaca el de haber llegado a ser Walí (gobernador) de Toledo.

Aportemos otros datos históricos sobre lo visto hasta aquí.

El arabista catedrático de la Sorbona y especialista en al-Ándalus Lévi-Provençal (Lévi-Provençal, 1950) aporta datos históricos que confirman alianzas de Bahlul y Carlomagno contra el enemigo común, el Emirato de Córdoba: en el año 798 se celebró un Consejo secreto en Tolosa (Francia) al que asistió el hijo de Carlomagno, Ludovico Pío (Luis rey de Aquitania) y representantes del jefe aragonés Bahlul ibn Marzuq (posiblemente envió a su lugarteniente Jalaf ibn Rasid, como recoge un pasaje de la archuza), con el propósito de permitir a los francos (que tenían la plaza de Gerona) ocupar sin violencia las zonas próximas a Gerona en su camino hacia la ansiada plaza de Barcelona, a cambio de no agresión y reconocimiento del reino de Bahlul. Los contactos diplomáticos y acuerdos de paz de Bahlul con Carlomagno y su hijo Ludovico Pío ha sido también corroborados por los estudios del catedrático de Lingüística Francisco Adolfo Marcos (Marcos Martín, 1971, 1976).

Ludovico Pío (Luis rey de Aquitania) hijo de Carlomagno y heredero del imperio carolingio.

Los arabista y doctores en filología semítica por la Universidad Complutense de Madrid Mª Luisa Ávila y Luis Molina (Ávila Navarro y Molina Martínez, 1995) sostienen la veracidad del levantamiento de Bahlul por la existencia de varias versiones de dicho acontecimiento en las crónica árabes. Ellos mismos han traducido del árabe la que recoge el historiador andalusí del s. X Ibn Harit al-Jusani (nacido en Túnez y fallecido en Córdoba en el 971) en su obra "Historia de los alfaquíes y tradiciones de al-Ándalus" ("ajbar al-fuqaha' wa-l-muhadditin"). Esta versión contiene matices diferentes a la narrada por al-Udrí en la archuza. Ibn Harit sostiene que fue el santo varón al-Mugallis el que vio con sus propios ojos la escena del halcón y que el niño estaba en el suelo y no en brazos de la madre cuando fue atacado por la rapaz. La versión presenta tintes más despiadados, hace morir a la madre y nos muestra a un Bahlul como azote de Dios que llega para aniquilar completamente a los Banu Salama incluyendo sus mujeres y niños:
"Refiere Zarqun b. Hazm que habitaba en Huesca un sabio y asceta llamado 'Abd Allah ibn al-Mugallis, del que se decía que sus invocaciones a Dios eran siempre atendidas; su virtud y su devoción se habían hecho proverbiales en su localidad. Contemporáneo de los Banu Salama, que habían sembrado en Huesca la corrupción y la iniquidad, violado y expoliado. Sus conciudadanos acudían a él a quejarse de la plaga que los azotaba, rogándole que invocase a Dios, pero se apartaba de ellos encerrándose en sí mismo.

Un día se dirigió hacia el cementerio y se encontró con uno de los Banu Salama cazando. El halcón que llevaba en la mano el criado de éste se revolvió al ver a un niño a quien su madre había dejado a la orilla del río mientras lavaba y entonces el salami dijo: "¡lánzalo!" y así lo hizo el criado. El halcón se abalanzó sobre el niño y le clavó las garras en la cara, ante lo cual la madre corrió a apartarlo, pero el salami la golpeó y dijo al criado: "¡suelta al halcón!" El halcón fue sobre el niño y empezó a devorarle el rostro. Se dice que el niño murió de esa manera y la madre falleció a resultas de los golpes. Ibn al-Mugallis, viendo esto, exclamó "¡Dios, contén su maldad!".
Caza con halcón en al-Ándalus. Autor: Nicolas Sicard. Foto publicada por Benbouzid (https://www.flickr.com/photos/90117862@N05/)

Cuentan que poco después de esto los Banu Salama vieron como se rebelaba contra ellos, apoyado por el pueblo, un hombre llamado Bahlul y fueron exterminados, desapareciendo hasta el último de ellos. A la mujer que encontraban embarazada, le abrían el vientre y le extraían el feto, de forma que no quedó de ellos nadie con vida. Todos fueron colgados de ganchos de carniceros y de esa forma estuvieron unos días.

Hoy día se emplea en Huesca la exclamación "¡malditos seáis Banu Salama!", aunque a lo que te refieras no tenga nada que ver con todo esto.

Los descendientes de Ibn al-Mugallis continúan hoy en Huesca."

Ciudad musulmana en al-Ándalus. La Medina es la parte de la ciudad que se encuentra dentro del recinto amurallado. En la Medina encontramos la mezquita, el zoco o plaza del mercado, la alhóndiga o almacenes de productos, el hamman o baños. Las calles solían ser estrechas e irregulares. En la periferia o fuera de las murallas estaban los arrabales: barrios populares, artesanos y cultivos. A veces había barrios para los cristianos y los judíos (judería). En la parte más alta y mejor defendida se encontraba la Alcazaba o fortaleza militar, donde solía residir el gobernador, con una zona más fortificada en uno de sus extremos. Imagen realizada por los ilustradores Chema Román y CHIO para el libro de Ciencias Sociales de 2º ESO de la editorial Bruño.

Continuemos con el relato de la archuza.

Todo lo alcanzado por este idealista Altoaragonés estaba próximo a sucumbir.

El Emir de Córdoba al-Hakam I, en su empeño por reconquistar el fértil Valle del Ebro, nombró a su más eficaz y más temible militar, Amrus ibn Yusuf, gobernador de la Marca Superior. Amrus, oriundo de Huesca y muladí como Bahlul, acababa de sofocar una revuelta en Toledo ("la jornda del foso": degolló a los responsables de aquel territorio llenando con sus 700 cabezas un foso). Amrus, precedido por su abominable fama, logró apoderarse sin batalla de Zaragoza. Los propios zaragozanos, para evitar las represalias del sanguinario Amrus, pidieron a Bahlul que dejara libre la ciudad y éste se retiró a la zona de Huesca (Lévi-Provençal, 1950).

Ejército musulmán. Autor: Carlos Alberto Santos.

El acoso sobre Bahlul no tuvo respiro. El propio hijo de Carlomagno, temiendo perder al aliado Bahlul, le previno sobre su fiel lugarteniente Jalaf ibn Rasid aconsejándole que lo matara. Al parecer los espías francos averiguaron que el Emir de Córdoba había sobornado a Jalf para traicionar a Bahlul. Al principio Bahlul receló de la advertencia, conocía el afán expansionista del francés y pensó que quizá pretendía debilitar su posición provocando un enfrentamiento con su fiel compañero de gestas (una guerra civil). A la desconfianza sembrada se sumaron los celos, Bahlul descubrió que su propia mujer se fijaba en Jalaf, pues ella le dijo: "Veo que no hay entre tus tropas nadie más apuesto ni de mejor figura y planta que Jalaf ibn Rasid".

Bahlul apresó a su lugarteniente y trató de enviarlo prisionero al rey de los francos, pero Jalaf logró escapar ayudado por su familia. Tras hacerse fuerte en Barbastro, persiguió a Bahlul hasta darle muerte en la región de Pallars, en una cueva donde lo acorraló y dicen lleva su nombre: Gar Bahlul. Alá así lo quiso, era el año 802. El historiador medievalista y sacerdote Antonio Durán Gudiol (Durán, 1979) sostiene sin embargo que el lugar final donde Bahlul fue alcanzado y acorralado, denominado al-Gar, se encontraba en las cercanías de Huerta de Vero (entre Barbastro y Alquezar), allí, afirma Durán Gudiol, culminó su traición Jalaf dando muerte al que había sido su jefe.

Ciudad de Barbastro. Al fondo, en el alto, el Santuario de Nuestra Señora del Pueyo. Autor de la foto: Monjes del Instituto del Verbo Encarnado (http://santuariodelpueyo.verboencarnado.net/394-2/)

Las crónicas cuentan que Amrus mantuvo sometida, durante décadas, la región y que Jalaf ganó, por su traición y nueva fidelidad al Emir de Córdoba, el gobierno de Barbitaniya. A Jalaf se le atribuye la construcción del castillo de Alquezar y la fundación de la ciudad de Barbastro en la que fue enterrado.

Alquezar (Huesca). Castillo colegiata. Autor de la foto: LSanzSal.



6- TEXTO COMPLETO: ARCHUZA DE BAHLUL (El poema épico de Bahlul)

La archuza de Bahlul es un poema épico popular compuesto a mediados del s. XI por el geógrafo e historiador musulmán de origen almeriense Ahmad ibn 'Umar ibns Anas al-'Udrí (1003-1085). Escrita en árabe, está incluida dentro de una amplia obra compilada y redactada por al-Udrí.

Podemos dividir la archuza en los siguientes episodios:

1. La tiranía de los Banu Salama en la región de Huesca: el episodio del halcón y el niño.

2. La profecía del hombre santo Ibn al-Mugallis y el castillo de Muns habitado por Marzuq ibn Uskara con sus 30 hijos varones (la familia de los Uskara).

3. Los Banu Salama se llevan como rehén a Bahlul para asegurar la fidelidad de los Uskara.

4. Bahlul escapa con la esclava destinada al harén y con gran parte del tesoro de los Banu Salama.

5. Marzuq niega refugio a su hijo y Bahlul y la esclava liberada parten al destierro y llegan a Barcelona.

6. Bahlul regresa a su tierra e inicia su levantamiento en Selgua.

7. Bahlul derrota a los Banu Salama en Robres y se hace con Huesca y Zaragoza y Tortosa y todas las tierras circundantes y dicen que llegó a ser gobernador de Toledo.

8. Ludovico Pío (hijo de Carlomagno) previene a Bahlul de la traición de su fiel Jalaf ben Rasid.

9. El terrible Amrus acosa a Bahlul recuperando Zaragoza para al-Ándalus.

10. Bahlul apresa a Jalaf.

11. Jalaf es liberado por su familia y asesina a Bahlul.
 
La archuza ha sido traducida al castellano por el catedrático y arabista Fernando de la Granja Santamaría (De la Granja Santamaría, 1967). De la Granja ha fraccionado la traducción en párrafos numerados para facilitar las referencias, indicando la correspondencia con las páginas del texto árabe. A las fechas de la hégira hace seguir, entre paréntesis, las respectivas del calendario cristiano.

Las paginación y párrafos que aparecen a continuación sitúan la archuza de Bahlul dentro del texto compilado de al-Udrí.

- Páginas 56 y 57: párrafos 147 hasta principio del párrafo 150 -

147 Los TUYIBÍES BANU SALAMA.
Dijo Ahmad ib 'Umar: Cuando los musulmanes entraron en al-Ándalus y avanzaron por la Marca Superior, parte de los árabes se detuvo en Huesca, y acamparon frente a sus muros. Desde allí pasaron a un lugar que hoy se concoce con el nombre de al-'Askar, que lleva su nombre por haberse asentado en él. Pusieron cerco a Huesca, cuyos habitantes eran cristianos, y edificaron viviendas en torno a la ciudad, plantaron huertas y sembraron, para asegurarse la subsistencia, y persistieron en su actitud durante siete años, muentras los habitantes de Huesca permanecían sitiados en la Alcazaba Vieja. Cuando la situación de éstos se hizo insostenible, bajaron al encuentro de los árabes, pidiendo el amán para ellos, sus hijos y sus bienes. Los que se convirtieron al islam siguieron siendo dueños de sus personas, sus bienes y sus privilegios, pero los que continuaron en la fe cristiana hubieron de pagar la capitación (tributo o impuesto a pagar por la persona).

148 Hoy día no hay en Huesca verdaderos árabes descendientes de aquellos, aparte de los que se glorían de ser del linaje de los que por entonces se convirtieron.

149 Aquellos árabes continuaron afincados hasta que se sublevaron los Tuyibíes Banu Salama, proclamaron abiertamente su rebeldía y atacaron a los que se mantenían leales, pero tuvieron una política desacertada y demostraron su veleidad, hasta el punto de que uno de ellos lanzó un halcón contra una gallina, pero el halcón se apartó de ella y fue a posarse sobre un niño al que su madre daba el pecho. La madre intentó apartar de su hijo el halcón, pero el walí (gobernador) se lo impidió y permitió que el halcón devorara al niño hasta que quedó saciado.

- Páginas 57 y 58: párrafos 150 hasta principio del párrafo 153 -

150 BAHLUL IBNS MARZUQ
Al cometer públicamente los Banu Salama hechos como éste y otros semejantes, las gentes pusieron el grito en el cielo y acudieron horrorizadas a uno de los santos varones de Huesca, conocido por Ibn al-Mugallis, virtuoso y sumamente temeroso de Dios y entregado a la vida ascética. Descendía de los árabes y decían que era cliente (o quizá "Patrono", según traducen Mª Luisa Ávila y Lus Molina: Ávila Navarro y Molina Martínez, 1995) de al-Hasan, el padre de 'Abd Allah ibn al-Hasan, cadí (juez) de Huesca. "Ves sobradamente, le dijeron, la arbitrariedad, la expoliación y la iniquidad que estamos sufriendo a causa de los Banu Salama. Queremos que con tus oraciones se realice el milagro: pide a Dios en favor nuestro por si se digna librarnos de su opresión". Pidió, pues, a Dios en favor de ellos, y la situación de los Banu Salama sufrió un cambio, y Dios les deparó a Bahlul ibn Marzuq. La causa fue, a más del cambio de situación de los Banu Salama que a Dios plugo hacer, que un hombre les llenó de desasosiego con estas palabras: "Vuestro poder declina, y la causa viene de la región de Barbitaniya". Deliberaron y llegaron al convencimiento unánime de que la amenaza partiría de Marzuq ibn Uskara. Este Marzuq tenía treinta hijos varones, y había llegado por el Norte hasta el castillo de Qasr Muns (castillo de Muns, de Muñones o Castro Muñones levantado sobre la Peña del Calvario junto a la actual Puebla de Castro), en los alfoces de Barbitaniya, que es un castillo inexpugnable, del que eran dueños en su mayor parte él y sus hijos. Los Banu Salama se propusieron capturar a Marzuq y a sus hijos dondequiera que estuviesen y confinarlos en el castillo de Barbitaniya. "¿Por qué queréis expulsarnos de nuestro solar, les dijo Marzuq, siendo así que no somos gente de quienes tengáis que temer nada? Venid más bien, y aseguraos de nuestra fidelidad mediante rehenes".

151 Los Banu Salama aceptaron sus palabras y tomaron y se llevaron rehenes, entre ellos a aquel Bahlul, que era el más apuesto de los hermanos, al que el walí (gobernador) de Huesca encerró en la Sudda (alcázar o residencia fortificada del gobernador). Estando en ella se asomó a verle una esclava de Ibn Salama, el señor de Huesca, destinada a su harem, y en cuanto vio lo apuesto que era, quedó cautiva y le hizo la promesa de sacarle del alcázar. Él se mostro conforme, y salieron de noche, llevándose la mayor parte de las riquezas de Ibn Salama. Cuando su señor la echó de menos, corrió a ver a Bahlul, y descubrió que también éste había desaparecido. Poniéndose en lo peor, montó a toda prisa y llegó de noche a Qasr Muns, donde estaba el padre de Bahlul. Encontró a todo el mundo dormido, sin muestras de actividad, les cogió por sorpresa y les preguntó: "¿Qué es lo que ha hecho Bahlul?" "No sabemos nada de él desde que lo dejamos en vuestro poder como rehén", le contestaron. Pero él no se conformó con sus palabras y mostró el propósito de buscarle entre ellos. Entonces le dijeron: "Toma nuestros juramentos y a nuestros hijos. No podemos ofrecerte nada más". Con aquellas palabras quedó apaciguado.

152 Cuando la noche volvió a la calma, Bahlul, en compañía de la muchacha y llevando las riquezas, pidió a su padre que le protegiera, pero éste le dijo: "Si no te vas de mi lado te pondré en manos del que te anda buscando". Bahlul huyó entonces con la muchacha y las riquezas y llegó a tierras de Barcelona, donde tenía unos tíos por parte de su madre, y en ellas vivió algunos años, al cabo de los cuales, hastiado de permanecer allí, partió en dirección del pueblo de Selgua, en el llano de Barbitaniya, dependiente del 'amal (comarca o distrito) de Barbastro, donde vivían su hermana y su cuñado. Al entrar a ver a su hermana, le dijo: "No temas. Soy tu hermano Bahlul, al que le ha pasado esto y lo otro". Ella lo reconoció y quedó tranquila.

- Páginas 58 y 59: párrafos 153 hasta principio del párrafo 154 -

153 El 'amil (gobernador) por aquel entonces de los Banu Salama en este pueblo de Selgua imponía a sus habitantes duros trabajos, y les sometía a toda clase de obligaciones y deberes. Uno de los que sufrían estas arbitrariedades era el marido de la hermana de Bahlul. Cuando ella le envió recado para que viniera a casa, el 'amil no se lo permitió, pero al insistir la mujer acabó por dejarle. Vino y se encontró con Bahlul, al que puso al corriente de cuanto pasaba. Mientras se desahogaba con él, apareció de pronto el criado del 'amil, con la orden tajante de que volviera al trabajo. Bahlul pidió y rogó al criado que le dejase con él el resto del día, pero el otro se negó y le dijo: "Ven tú, trabaja en lugar suyo y te lo dejo". Aquello tenía lugar en la época de la recolección. "Ciertamente, le dijo Bahlul, voy a terminar de mala manera la cosecha de los cereales de los Banu Salama si no miro por mí". Arremetió con su espada contra el criado y le dio muerte. Consideró luego lo que acababa de hacer y las consecuencias que tendría, y tuvo miedo de perderse. Entonces se dirigió a donde estaba el 'amil y lo mató. Pensó en lo que había hecho, se volvió a su cuñado y a los habitantes de Selgua y les dijo: "Todos nosotros hemos matado al 'amil de los Banu Salama y a su criado. Conocéis bien su iniquidad, sus atropellos y su veleidad, ¿qué os parece que hagamos con ellos?" "Dinos qué es lo que piensas tú y te seguiremos", le contestaron. "Mi opinión, dijo, es que lleguemos hasta su seguro refugio y Dios nos dará el medio de atacarlos". Cuarenta hombres, uno tras otros, le prestaron juramento de lealtad, y se dirigieron a Robres, en el 'amal (comarca o distrito) de Huesca, y entraron en él.

- Páginas 59 y 60: párrafos 154 hasta principio del párrafo 156 -

154 Cuando lo sucedido llegó a oídos de los walíes de Huesca que dependían de los Banu Salama, montaron a caballo con los hombres disponibles y gentes leales y acamparon junto al castillo de Robres, en el que estaba Bahlul ibn Marzuq con los hombres que se la habían unido, y trabaron con ellos un violento combate. Como era verano, aflojaron la lucha en la mitad del día, y las gentes del campamento de los Banu Salama se entregaron al descanso; unos se tendieron a dormir y los demás se despreocuparon de la situación. Al notar Bahlul que estaba desatendida la protección del walí, cuya tienda se alzaba a un extremo del campamento, dijo a los que estaban con él: "No podemos esperar nada más que la muerte. Vale más tomar las espadas, atacar los primeros y morir dignamente, a permanecer de brazos cruzados, sin otra alternativa que someternos y ser condenados a muerte. Carguemos pues con arrojo contra la tienda del walí. Si conseguimos llegar hasta él, habremos alcanzado nuestro propósito. En caso contrario, no nos quedará más solución que morir". Se precipitaron, pues, contra él, lo encontraron acostado, por previo designio de Dios, y lo asesinaron. Las tropas se echaron a temblar, pero Bahlul les gritó lo más alto que pudo: "Oh, gentes, nada tenéis que temer de mí. Si me he levantado ha sido sólo por la cólera y la inquietud que siento ante lo que Dios hizo inviolable y ante las atrocidades que han cometido estas gentes tiránicas, violando vuestras cosas más íntimas y utilizándoos como juguetes a vosotros y a vuestros hijos". A continuación les relató el suceso del halcón y el niño y les concedió el amán para ellos y sus bienes. Luego pidió que le dieran el mando y se comprometió con ellos a tratarlos bien y a exigirles nada más que lo debido. Se tranquilizaron al oír sus palabras, se acercaron a él, le prestaron acatamiento y se pusieron a despotricar de los Banu Salama, contando sus actos abominables y censurando sus maneras de proceder.

155 Dieron muerte a todos los Banu Salama que se encontraban entre las tropas, y Bahlul ibn Marzuq se apoderó de sus monturas y de sus bienes. Se dirigió luego a la ciudad de Huesca, entró y se hizo dueño de ella, cuyos habitantes se le sometieron. Entró y se apoderó también de Zaragoza. Ocupó además Tortosa y las zonas de la Marca contiguas a ella. Se dice que terminó siendo walí de la ciudad de Toledo. Más tarde le envió Dios a Jalaf ibn Rasid, que lo mató, según vamos a contar, si Dios quiere.

- Páginas 60 y 61: párrafo 156 -

156 JALAF IBN RASID
En el año 186 (802) se alzó Jalaf ibn Rasid ibn Asad contra Bahlul ibn Marzuq.
Este Jalaf ibn Rasid vivía en el castillo de Antasar, en el 'amal de Barbitaniya. Entró en contacto con Bahlul ibn Marzuq y se puso a su servicio. Era un hombre apuesto, decidido, elocuente y noble. A causa de sus buenas prendas y de la confianza que le merecía a Bahlul ibn Marzuq, le envió éste varias veces al Señor y Grande de la Casa (este "Señor y Grande de la Casa" era el hijo de Carlomagno: Ludovico Pío, Luis rey de Aquitania; según defienden E. Lévi- Provençal y F. Marcos: Lévi-Provençal, 1950; Marcos Martín, 1971, 1976), y negoció un tratado de paz entre uno y otro. El Señor de la Casa pudo darse cuenta de que este Jalaf era hombre cultivado y astuto, y escribió a Bahlul aconsejándole que matara a Jalaf. Bahlul le contestó: "Es mi criatura y ha alimentado mi dicha. Mi corazón no abriga ningún temor de él". El Señor de la Casa le dijo: "Te he indicado aquello a que me obliga el deber de la amistad y no aceptas mis consejos. Haz lo que te plazca". Jalaf continuaba tratándole respetuosamente, y las gentes seguían prestándole acatamiento. Bahlul recordaba entretanto lo que le había aconsejado hacer el Grande de la Casa, hasta que un día que partía a una de sus expediciones, le dijo su mujer: "Veo que no hay entre tus tropas nadie más apuesto ni de mejor figura y planta que Jalaf ibn Rasid". Las palabras de su mujer, unidas a la recomendación que el Grande de la Casa le había hecho contra él, le irritaron y encendieron la cólera en su pecho. Mandó que le pusieran hierros en los pies, y le envió, acompañado de un emisario de toda su confianza y con una escolta de veinticinco caballeros, al Grande de la Casa. Cuando llevaban a Jalaf a través de las tierras de labor de al-Hassa, en la parte de Barbitaniya, donde vivían su padre y su familia, vio a uno de los criados de su padre y le dijo: "Oh, Fulano, ¿No ves en qué situación me encuentro? Ve, y díselo a mi padre y a mi familia". El mozo contestó: "No te preocupes. ¿Dónde acamparéis esta noche?". Él dijo: "Les he oído mencionar tal lugar". El muchacho corrió a casa del padre y de la familia de Jalaf y les puso al corriente de lo que había visto. Tomaron las armas y se lanzaron en pos de él, hasta llegar al sitio donde estaba. Cargaron contra la escolta y mataron a todos, sin dejar uno. Cortaron los hierros de Jalaf, le dieron una montura y se marcharon. Jalaf entro conl os suyos en el castillo de Barbastro, que era entonces un peñasco pelado que se llamaba Midyar, que es donde está hoy la Sudda. Hizo entrar a su padre y a su familia y les pidió ayuda. Buscó a Bahlul, que escapó delante de él, y lo acosó hasta una cueva, en la región de Pallars, donde lo mató. Este lugar se conoce hasta hoy con el nombre de Gar Bahlul. Este hecho sucedió en el año 186 (802). Jalaf ibn Rasid se apoderó de todo el reino de Bahlul y reinó en las dos Marcas, prolongándose su reinado durante sesenta años.  

Jalaf murió en Barbastro y fue sepultado en su parte occidental, en el cementerio llamado la Peña de los Cuervos (Sajrat al-Girban). Los hitos de su sepulcro siguen todavía en pie. Se construyó con piedras del tamaño de adobes, esculpidas en su mayor parte.

En páginas anteriores de esta obra de al-Udrí se completa el trágico final de Bahlul al incluir al temible militar 'Amrus (muladí oriundo de Huesca) que el Emir de Córdoba envió para derrotar a Bahlul y recuperar el Valle del Ebro.

- Página 27: párrafos 18 y 19 -

18 Entró Bahlul ibn Marzuq en Zaragoza, la puso en estado de defensa, se declaró en rebeldía y salió a correr las propiedades de las gentes leales al gobierno. El imam al-Hakam (se refiere al Emir de Córdoba al-Hakam I) decidió enviar a 'Amrus ibn Yusuf desde Toledo a la Marca de Zaragoza para que combatiese a Bahlul, dado que aquél era buen conocedor de aquellas llanuras. Partió, pues, 'Amrus hacia él, habló con las gentes del país y les ganó la voluntad hasta conseguir que lo expulsaran de la ciudad. Bahlul escapó solo, yendo a buscar refugio en un lugar conocido con el nombre de al-Gar, en los confines de los castillos de Abu l-Hayyay.

19 'Amrus entró en Zaragoza, se hizo dueño de ella y continuó gobernándola durante algún tiempo. Bahlul ibn Marzuq fue asesinado en el año 186 (802). Le dio muerte Jalaf ibn Rasid en la cueva que todavía lleva su nombre (la cueva de Bahlul en la región de Pallars) donde lo había acorralado.

Hisn o castillo de Castro Muñones, fortaleza oficial del Califa Abderraman III levantada en el s. X sobre el anterior castillo de Muns (Qasr Muns), en el cerro Calvario (Peña del Calvario) de La Puebla de Castro. Los muros, de tapial de tierra sobre zócalo de piedras, se impermeabilizaban con una capa de estuco (arena fina con cal o yeso) que confería al castillo un espectacular color blanco. Reconstrucción realizada por Fernando Martín Bravo.



7- BIBLIOGRAFÍA

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Mapa de al-Ándalus con Córdoba en el círculo central, con el Atlántico arriba y el Mediterráneo abajo. Y Karmal. Monumenta Cartographica.








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