Andreas Brons |
Ecología práctica en los Pirineos,
bioconstrucción, casa de balas de paja, huerto de permacultura, jardín silvestre...
Autor del artículo: Andreas Brons
La Puebla de Castro, Enero de 2017
A lo largo de los últimos años han pasado muchos caminantes lugareños por mí terreno, en el paraje denominado ''Almenara'' de La Puebla de Castro, mostrando mucho interés por lo que estaba haciendo y cuando Pedro Bardají me sugirió escribir un reportaje sobre mi casa y terreno me pareció una buena idea en un buen momento.
Casa de balas de paja construida por Andreas Brons en La Puebla de Castro. Ambiente de invierno con La Puebla y el Turbón al fondo. Autor de la foto: Andreas Brons. |
Hay un conjunto de sistemas, métodos y prácticas que están interconectadas
y que me gustaría explicar con más detalle, tanto para las personas que ya
visitaron este lugar como para quienes todo esto resulta completamente nuevo.
En vez de dar aquí todo un relato cronológico del proceso a lo largo de los
últimos 10 años, que podéis leer en mi weblog, prefiero destacar un conjunto de
varios aspectos y detalles, que son:
- Construcción con balas de paja
- Revoco de paredes con tierra
- Suelo de tierra con linaza
- Aseo de compost
- Ducha solar, lavadora ''solar'', placas solares
- Tejado verde con plantas Sedum
- Huerto de permacultura y jardín silvestre con estanques
CONSTRUCCIÓN CON BALAS DE PAJA
Cuando hace más de 10
años surgió el plan de salir de la ciudad de Zaragoza y vivir en el campo,
pronto encontré en internet la posibilidad de construir con balas de paja (en La Puebla de Castro se las denomina "alpacas" o "pacas" de palla). Me pareció idóneo porque cumplía tres
requisitos primordiales: ser económico,
ecológico y de auto-construcción (o sea, se puede construir enteramente por uno
mismo). Ahora, diez años después, puedo confirmar que realmente es así y se han
cumplido estas premisas, aunque eso sí, con cambios, adaptaciones y errores que
complicaron la cosa. Pero los retos hay
que afrontar, de los errores hay que
aprender y también, muy importante para un auto-constructor, no hay que tener mucha prisa.
El método para
construir con balas de paja es relativamente sencillo. Dentro de unos cuadros de madera se colocan las balas
como si fueran ladrillos. Unos marcos
especiales sirven para montar las ventanas y puertas. Por arriba y por debajo
de los muros se colocan unos ''zunchos''
alargados, dentro de los cuales las balas quedan apretadas como un sándwich
mediante unas cuerdas blancas de
Cordstrap. Por supuesto, hay que confeccionar a medida unas cuantas balas y
hay ciertos límites a la hora de
distribuir ventanas en un muro y también en la longitud máxima de
éste: unos 6 metros rectos. Si se
quieren hacer muros más largos, hay que introducir esquinas o hacerlos curvados,
como yo hice al ampliar la caseta con una nueva ala en 2012.
La construcción
con paja es barata y fácil de conseguir, pero ¿por qué es tan ecológica? Por varias razones: la paja
es completamente reciclable, es de
producción local (de hecho, la que yo utilicé proviene en su mayoría del campo
de cereal del vecino) y ofrece un tremendo aislamiento
de las paredes, ahorrando de esta forma mucha energía.
Con la nueva ala todo iba un poco más profesional y porque también quería una licencia oficial para vivienda contraté a la arquitecta Petra Jebens, experta en bioconstrucción.
REVOCO DE LAS PAREDES
CON TIERRA
La paja y la tierra forman una combinación perfecta: la tierra se adhiere muy bien a la paja,
extrae y regula la humedad, fortalece el muro y le da un aspecto liso y bonito.
La tierra, en nuestro caso, proviene del mismo solar, muy arcillosa, y se
mezcló con bastante arena de albañil para evitar
grietas. La mezcla se hace fundamentalmente con los pies y la aplicación
sobre las paredes con las manos, así que es un trabajo laborioso, pero en grupo
puede resultar bastante entretenido. La arcilla no pega sobre madera y hay que
fijar tela y malla metálica para
hacer la unión, lo que permite también moldear bien esquinas y curvas.
SUELO DE TIERRA CON LINAZA
Aprovechando la
disponibilidad en el mismo solar de buena tierra arcillosa, decidí que el suelo de la sala de estar fuera de tierra. Así que, sobre una base de grava y con una lona de plástico contra humedades, se
aplicaron varias capas de tierra, similares a las de las paredes, y para
terminar: 4 capas de aceite de linaza
con dosis sucesivamente más fuertes de trementina.
El resultado es bastante satisfactorio (teniendo en cuenta que no soy experto);
no es perfecto, pero algo de rusticidad queda bien en este entorno y contexto.
ASEO DE COMPOST Y AGUAS GRISES
La caseta del aseo de compost fue colocada como algo temporal, hasta que se hiciera algo más sofisticado dentro de la casa; pero funciona bien y de un modo tan sencillo que pienso prolongar su vida. La idea es verdaderamente simple: en lugar de utilizar agua después del uso, se echan dos puñados de paja triturada. De esta forma, los olores son prácticamente inexistentes, se forma al mismo tiempo una buena mezcla de compost, y se evita el derroche de agua potable. Periódicamente se vacía el cubo a una pila de compost del huerto. Eso sí, esta pila una vez colmada tiene que compostar durante unos dos años para evitar posibles contagios de microbios.
Otros residuos que hay que tratar son las aguas ''grises'' del fregadero y la ducha. También aquí opté por un
sistema sencillo y sólido: un estanque
filtro. Consiste fundamentalmente en una lona impermeable (EPDM) enterrada y colmada con diferentes capas de grava y arena. Conviene no
dejar una superficie de agua a la vista para evitar mosquitos en verano. Las
aguas grises se vierten sobre el estanque y son tratadas por las bacterias y algas que se desarrollan espontáneamente
en el sustrato. Unos tres a cuatro metros cuadrados y una profundidad de 60 cm
deben ser suficientes para 1 ó 2 personas residentes. Después de unos años ya
puedo comprobar que funciona bien, no hay prácticamente malos olores y la
vegetación se desarrolla bien. Aunque hay que comentar que utilizamos siempre
lavavajillas y jabones biodegradables.
Agosto 2016. Vegetación “ribereña” del estanque que tiene que filtrar las aguas grises de la ducha y la cocina. Autor de la foto: Andreas Brons. |
DUCHA SOLAR, LAVADORA SOLAR Y PLACAS SOLARES
El sol brilla muchos días del año en esta región y hay que aprovecharlo. Además de placas solares para la energía eléctrica, instalé una ducha solar en el invernadero. Se trata simplemente de un tubo negro de 70 metros expuesto al sol, con un contenido de 17 litros de agua aproximadamente. En días soleados puede llegar a 60 grados. Sirve para una ducha caliente de 5 a 10 minutos, pero también para hacer la colada en una lavadora eléctrica. Mi lavadora funciona con los 700 vatios que ofrecen mis placas solares, pero sin calentar el agua (que costaría por lo menos 2000 vatios).
EL TEJADO VERDE CON
PLANTAS SEDUM
Soy aficionado a la botánica y a la vegetación espontánea y siempre me han fascinado los tejados verdes, últimamente tan de moda. Realmente reúnen muchas ventajas, además de lo meramente estético y botánico: protegen la lona impermeable, aíslan del frio y del calor y funcionan como almacén de agua, regulando el desagüe. En mi caso opté por un sistema con plantas suculentas autóctonas del genero Sedum. Son muy resistentes al frío y al calor, necesitan poca tierra y prácticamente nada de mantenimiento.
El tejado fue diseñado con las típicas capas de tela, polietileno, EPDM y luego una capa de unos 6 cm de tierra que provenía de los primeros 10 cm de la superficie del mismo solar. Seis centímetros parece poco pero estaba muy agradecido cuando recibí la ayuda de Ángel Irisarri con su tractor-pala. Antes él ya había subido, con la misma pala, la lona EPDM que también pesa mucho.
Utilicé 6 diferentes
especies autóctonas de Sedum que se desarrollan de distinta manera. Una
sorpresa fue el Lirio alemán, que se
instaló y desarrolló de forma espontánea. Es un milagro como una planta tan
llamativa puede sobrevivir a las sequías tremendas en verano y ofrecer cada
primavera este espectáculo azul sobre el tejado.
HUERTO DE
PERMACULTURA Y JARDÍN SILVESTRE CON ESTANQUES
¡Qué suerte tuve al encontrar este terreno con tan buena ubicación y orientación y con una de las mejoras vistas de la cordillera pirenaica! Además, resulta ser un auténtico jardín botánico con más de 250 especies de plantas que he identificado hasta el momento, entre las cuales hay unas 10 especies de orquídeas.
Ubicado entre un
campo de cereal y un bosque de quejigos, se trata de un pequeño parque semi-natural abierto, que
pretendo mantener y favorecer mediante un régimen sencillo, como es la siega
con guadaña. También los dos estanques, en el centro del terreno, atraen y
favorecen la vida silvestre, aunque tengo que admitir que a veces lo silvestre
puede ser demasiado: las visitas de los jabalíes,
tejones, zorros, corzos... son frecuentes y a veces bastante vandálicos.
El heno resultante de la siega, va directamente a un huerto que instalé en una zona relativamente fértil y cerca de la casa. En el huerto intento seguir los métodos y la filosofía de la permacultura, sin pesticidas, ni herbicidas o fertilizantes y protegiendo el suelo, que no se labra, casi permanentemente con un acolchado de paja y heno. Últimamente he instalado en el huerto un sistema de riego por exudación, porque ni siquiera una capa de 20 cm de paja puede remediar las tremendas sequias sufridas en los últimos veranos.
Los tomillos, a la derecha, y los lirios amarillos en el estanque, a la izquierda, en plena flor. Esta área se siega cada año con guadaña. Autor de la foto: Andreas Brons. |
Por último comentar que la casa se calienta con una estufa de leña y que el agua corriente proviene del suministro público. Seguramente quedan muchos temas sin tratar. El relato aquí no puede ser muy exhaustivo y para todo tipo de detalles técnicos podéis dirigiros a mi weblog (en dos idiomas). Por supuesto, os invito a pasar por la casa y estaré encantado de enseñaros personalmente mi pequeño paraíso y responder a dudas y preguntas.
¿QUIEN SOY YO?
Nací hace más de 50 años en Holanda, en un pueblo cerca de Amsterdam. Acabé mis estudios en la Universidad Agrícola de Wageningen, pero antes había hecho ya un periodo de prácticas en las praderas de alta montaña alrededor de Benasque en 1987-1988. Fueron estas prácticas profesionales las que me trajeron a España por primera vez, pero volví y me quedé, trabajando principalmente como profesor de inglés. Desde 2013 resido de forma permanente en La Puebla de Castro. Aparte de mi gran sueño de hacer mi propia casa y manejar un pedazo de tierra como un parque florístico, soy muy aficionado a la fotografía, los viajes y la música.
Andreas Brons. Noviembre 2015. Paseando sobre Brooklyn Bridge en Nueva York. Autor de la foto: Raquel Betanzos Alonso. |
AUDIOVISUAL: LA CASA DE BALAS DE PAJA DE ANDREAS BRONS