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Retrato de Santa Rosa de Lima en la Iglesia Parroquial de Santa Bárbara de La Puebla de Castro. Autor del retrato: Jaime Luque Luque. |
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Reliquia de Santa Rosa de Lima. Capilla de las Sagradas Reliquias. Iglesia parroquial de Santa Bárbara de La Puebla de Castro. Autor de la foto: Pedro Bardají Suárez. |
Santa Rosa nació en Lima (Perú) el
20 de abril de 1586, fue la cuarta hija de los trece (algunos
fallecieron al nacer) que tuvieron el matrimonio Gaspar Flores y María de
Oliva. Criolla, de padres de origen hispano, nacida y criada en el
Perú. Murió en Lima el 24 de agosto de 1617,
a los 31 años de edad. Fue beatificada en 1668 y canonizada en
1672 por el Papa Clemente X.
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Plano de la Ciudad de Lima del año 1685 de Nolasco. Vemos a Santa Rosa de Lima, a Santo Toribio de Mogrovejo, a San Francisco Solano y San Juan Bautista. |
Las dos figuras femeninas más veneradas en el continente Americano
son la Virgen de Guadalupe y la Santa Rosa de Lima.
El jesuita Cristóbal de Miralles considera la aparición de rosas (desconocidas
en esa parte del mundo) acompañando la estampación milagrosa de la imagen de la Virgen
de Guadalupe en la tilma (manta) del indígena Juan Diego en 1531, como el
anuncio de la llegada, 55 años después, de Santa Rosa de Lima.
Isabel Flores de Oliva (Santa
Rosa de Lima) tiene el honor de ser la primera persona nacida en el
continente Americano declarada Santa. Símbolo de la cristiandad en las
Indias Occidentales. Fue proclamada Patrona y protectora de Lima,
del Perú, de la totalidad del continente Americano y
de Filipinas. A esta mística universal deben su nombre la mayoría de las
niñas que llevan el nombre de Rosa.
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Estampa de Santa Rosa de Lima dibujada por Genaro Gutiérrez, grabado por Blas Ametller. Cuadro original de Bartolomé Murillo. Fecha de la estampa: entre 1788 y 1841. |
El sacerdote Jesuita Antonio de Vega Loaysa, que la conoció,
declaró, durante el proceso de canonización, que Rosa “era de naturaleza
corpulenta y fuerte como sus padres y hermanos, que todos son
fornidos y de complexión corpulenta y recia”. Era más bien alta, de cabello
rubio, abundante y gracioso, según atestigua su hermano Hernando, melena que se
cortó en torno a los 12 años. El análisis efectuado al cráneo de la Santa, por
especialistas forenses de Brasil y del Perú, concluye que era mujer de
gran belleza, de rasgos suaves, ovalado rostro, frente despejada, ojos
negros, grandes y redondos, boca pequeña y barbilla abultada.
Se cuenta que a los tres meses de vida, estando en la cuna, su
rostro se trasfiguró en un rosa.
Casi toda su existencia trascurrió en Lima, a excepción de cuatro años de su adolescencia que pasó, con su familia, en el pueblo de Quives. Allí recibió el sacramento de la Confirmación de manos de Santo Toribio de Mogrovejo, entonces Arzobispo de Lima, que la llamó Rosa.
Su
estancia en Lima se redujo al entorno del hogar paterno y a sus visitas a
la Iglesia de Santo Domingo donde era muy devota de la Virgen
del Rosario. Solo en los 3 últimos años abandonó el hogar familiar para
trasladarse a vivir, también en Lima, a la casa del Contador Gonzalo de la Maza
y de su mujer María Uzátegui, donde falleció.
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Basílica y convento de Nuestra Señora del Rosario, conocido como de Santo Domingo, Lima. Autor de la foto: Ingo Mehling. |
Mediante sus trabajos de primorosa costurera apoyó económicamente a su familia. Lo hizo también cultivando flores, en el huerto de su casa, que vendía en ramilletes por medio de su criada.
En una
habitación de la casa acogía a enfermos desamparados y a esclavos
negros africanos que carecían de hospital. Los atendía con gran
caridad, los curaba y alimentaba. Uno de sus proyectos, que no pudo llegar a
realizar, fue el de fundar un monasterio de nombre “Santa Catalina de Siena (o de Sena)”,
donde pretendía ejercer de enfermera.
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Santa Rosa de Lima venerada por indios, negros y mestizos. Anónimo. Siglo xviii. Pintura sobre cobre. Convento de los Descalzos, Lima. |
A los 20 años ingresó en la Tercera Orden de Santo Domingo. Cambió
su nombre por el de Sor Rosa de Santa María. Sin ser monja, llevó
hábito dominico blanquinegro con toca franciscana de color marrón.
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Santa Rosa de Lima con el hábito dominico y el griñón (toca) franciscano. Anónimo cusqueño, s. xviii. Casa Lorca, Chosica, Lima. |
Fue una gran mística. Disfrutó de numerosas
apariciones del Señor, en forma de niño y de adulto, llegando a desposarse
con Cristo poco antes de su muerte. Siguió el modelo de abstinencias y mortificaciones de su admirada Santa Catalina de Siena (o de Sena). En su ascetismo llevó las penitencias
corporales hasta el extremo (ciñó a su cuerpo una cadena y a su frente
una corona de pinchos, se flagelaba, tenía por cama unos troncos con cascotes,
ayunaba, hacía el vía crucis cargando una gran cruz de madera, apenas dormía manteniéndose en vela y oración…), todo ello en un
intento de acercarse a Cristo a través de experimentar, en su propio cuerpo,
sufrimientos parecidos a los que el Salvador padeció en la pasión.
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Mortificaciones y penitencias de Santa Rosa de Lima. Sobre la cruz cargada de cilicios. Anónimo, s. xviii. Casa de Ejercicios de Santa Rosa, Lima. |
Fue examinada por la Inquisición ante la acusación de embustera y falsa mística. No solo quedó libre de sospecha sino que fue confirmada y estimulada a seguir su crecimiento espiritual. Amante de la oración en soledad y de la vida contemplativa, Santa Rosa atravesó frecuentes periodos de “noche oscura”, de desconexión con el Creador, y alcanzó los tres niveles de experiencia mística: la oración de unión, el éxtasis o arrobamiento y la unión plena con Dios, la diversidad humana y la naturaleza. Vivencias que fue capaz de resumir en unos sencillos gráficos “las Mercedes del Alma” y la “Escala Espiritual”, para asombro de la ciencia mística y de la teología.
Mercedes ο heridas del alma. Manuscrito hológrafo de Santa Rosa, en tinta y bordado sobre papel. Medidas: 42 cm. x 30,5 cm. Monasterio de Santa Rosa de Lima, Cercado de Lima, Perú. Imagen tomada de: PUCP (Pontificia Universidad Católica de Perú), http://repositorio.pucp.edu.pe/index/handle/123456789/137436 |
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Transcripción de las Mercedes ο heridas del alma que se encuentra en el reverso del marco que la protege. Imagen tomada de: PUCP (Pontificia Universidad Católica de Perú), http://repositorio.pucp.edu.pe/index/handle/123456789/137436 |
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Escala espiritual. Manuscrito hológrafo de Santa Rosa de Lima, en tinta y bordado sobre papel. Medidas: 42 cm. x 30,5 cm. Monasterio de Santa Rosa de Lima, Cercado de Lima, Perú. Imagen tomada de: PUCP (Pontificia Universidad Católica de Perú), http://repositorio.pucp.edu.pe/index/handle/123456789/137436 |
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Transcripción de la Escala espiritual que se encuentra en el reverso del marco que la protege. Imagen tomada de: PUCP (Pontificia Universidad Católica de Perú), http://repositorio.pucp.edu.pe/index/handle/123456789/137436 |
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Rubrica de santa Rosa de Lima. Imagen tomada de: PUCP (Pontificia Universidad Católica de Perú), http://repositorio.pucp.edu.pe/index/handle/123456789/137438 |
Las discrepancias con su madre, que pretendía casarla, duraron hasta el momento mismo de la muerte de Santa Rosa. Fue allí, en el lecho mortuorio donde se produjo la reconciliación. La madre acepto gozosa el camino de perfección que su hija había llevado.
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Muerte de Santa Rosa de Lima. Lienzo atribuido a Angelino Medoro. Basílica Santuario de Santa Rosa, Lima. |
Murió en olor de santidad siendo sus últimas palabras: “Jesús sea conmigo”. Durante el velatorio la beata Luisa de Melgarejo entró en éxtasis relatando, en voz alta, la visión que estaba teniendo, la llegada y glorioso recibimiento de Santa Rosa en el Cielo, premio a la vida de santidad que había llevado y al amor a Jesús.
Toda la sociedad limeña participó en las exequias. Algunos estudiosos han
descrito su funeral como la concentración humana más grande de toda la época
colonial en la ciudad.
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Funeral de Santa Rosa de Lima. Óleo sobre lienzo, 1918. Autor: Teófilo Castillo. Museo de arte de Lima. |
El Papa Inocencio IX dijo de Santa Rosa:
“probablemente no ha habido en América un misionero que con sus predicaciones
haya logrado más conversiones que las que Rosa de Lima obtuvo con su oración y
mortificaciones”.
Han sido y son innumerables los favores y milagros concedidos, a lo largo y ancho de todo el mundo, por medio de su persona y por la intermediación de sus reliquias y de sus imágenes, a las que los fieles solicitan ayuda y protección.
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Santa Rosa de Lima. |
El primer convento en honor a Santa Rosa se
levantó en Zaragoza (España), inaugurado en 1674.
La reliquia que
custodiamos en La Puebla de Castro de la Santa, la mayor
que de la misma se conserva en Europa, forma pareja con otra de San Francisco Solano. Ambas fueron adquiridas y se les rinde culto en la
localidad desde hace aproximadamente 250 años.
Capilla de las Sagradas Reliquias de Santa Rosa de Lima y San Francisco Solano. Iglesia parroquial de Santa Bárbara de La Puebla de Castro. Autor de la foto: Pedro Bardají Suárez |
El investigador, experto en reliquias,
cultos y comportamientos colectivos D. Eliseo
Serrano Martín,
Decano de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Zaragoza y
catedrático de historia moderna, en su conferencia titulada “San
Francisco Solano, Santa Rosa de Lima y La Puebla de Castro”, impartida en esta localidad, explicó en detalle la vida del Franciscano Solano y de la
Dominica santa Rosa de Lima, a los que llegó a proponerse compartir el ser
nombrados Patronos de Lima, en un intento por unir las dos órdenes mendicantes
tradicionalmente enfrentadas. Y ensalzó el enorme tesoro que representó y
representan para La Puebla de Castro y para Aragón entero las Reliquias de
estos dos gigantes de la fe.
Efectivamente, en épocas pasadas, donde la religión y la
espiritualidad dominaban todos los órdenes de la vida cotidiana, que La Puebla
de Castro contara con dos Reliquias de la talla de Santa Rosa de Lima y San
Francisco Solano, equivalía a lo que actualmente podría representar para el
hospital de una localidad, contar con dos de los más reputados cirujanos del
mundo. La iglesia parroquial de santa Bárbara de La Puebla de Castro fue, sin
duda, foco permanente de espiritualidad atrayendo
creyentes en busca de ayuda divina por medio de tan grandes intercesores. Un
pasado que sigue más presente que nunca ante la necesidad inherente de
espiritualidad que acompaña a todo ser humano.
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Reliquias de Santa Rosa de Lima y San Francisco Solano. Capilla de las Sagradas Reliquias. Iglesia parroquial de Santa Bárbara de La Puebla de Castro. Autor de la foto: Pedro Bardají Suárez |
Según apuntan las investigaciones conjuntas que venimos realizando
desde los municipios de Montilla (Córdoba)
y La Puebla de Castro, los relicarios podrían
haber llegado a La Puebla de Castro por donación de los próceres de dichas
localidades.
En el año 1722, la 5ª Marquesa de La Puebla de
Castro, Dª María Teresa del Milagro Moncada Benavides contrajo matrimonio con D. Antonio
Fernández de Córdoba-Figueroa, 11º Duque de Medinaceli, 10º Marqués de
Priego y Señor de la Villa de Montilla. Tenemos datos de la
presencia de la Marquesa de La Puebla de Castro en Montilla y de su devoción y donaciones
a la Virgen del Rosario de la Parroquia de Santiago Apóstol. El hijo de
ambos, D. Pedro Fernández de Córdoba y Moncada Castro, 12º
Duque de Medinaceli, 6º Marqués de la Puebla de Castro, 11º Marqués de Priego y Señor
de la Villa de Montilla, restauró la Iglesia de san Francisco Solano de
Montilla, levantada sobre la casa natal del Santo. Con él, la Real Casa de
Castro pasó a integrar y agrandar la Casa de Medinaceli. Posiblemente los
relicarios llegaron a La Puebla como regalo de la 5ª Marquesa de La Puebla de
Castro, de su marido con motivo de la boda o del hijo de ambos.
"Fuera de la Cruz no hay otra escalera para subir al Cielo" (Santa Rosa de Lima)
BIBLIOGRAFÍA
* Agradecemos la labor desinteresada de Dª Mercedes Rivas Sanabria, bibliotecaria de la biblioteca pública municipal de Albalate de Zorita (Guadalajara) que digitalizó y nos envió el libro de Fr. Luis G. Alonso Getino "Santa Rosa de Lima, patrona de América. Su retrato corporal y su talla intelectual según los nuevos documentos".
Alonso Getino, Luis G. (1943),
“Santa Rosa de Lima, patrona de América. Su retrato corporal y su talla
intelectual, según los nuevos documentos”, M. Aguilar, Madrid.
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27 de Agosto, Nº 7418, Año XXIV, Sección Crónica de la Capital.
Archivo Arzobispal del Lima:
Sección eclesiástica, Proceso apostólico con testificaciones a favor de Santa
Rosa de 1630 a 1632.
Archivo Secreto Vaticano:
Manuscritos, 1570, 1573 y 1574.
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Medoro”, Griso-Universidad de Navarra Fundación Visión Cultural, Memoria del
III Encuentro Internacional sobre Barroco, Manierismo y transición al Barroco;
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criolla en el Perú Colonial”, Revista complutense de historia de América, Nº23,
páginas 113-136; 1996, “El proceso de canonización de Santa Rosa: nuevas luces
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“Un manuscrito olvidado del siglo XVII: Vida muerte y milagros de la bendita
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“Santidad y patronazgo en el mundo hispánico de la Edad Moderna”, Studia
Histórica: Historia Moderna, 40, Nº1, pp. 75-123, Ediciones Universidad de
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Rubial García, Antonio (1999), “La santidad controvertida: hagiografía y conciencia criolla alrededor de los venerables no canonizados de Nueva España”, Editorial Fondo de cultura económica, Universidad Nacional Autónoma de México, México.
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Cuadro de Santa Rosa de Lima realizado por la pintora Mª Elena Marco García. Capilla de las Sagradas Reliquias de Santa Rosa de Lima y San Francisco Solano. Iglesia Parroquial de Santa Bárbara de La puebla de Castro. Autor de la foto: Pedro Bardají Suárez. |