Autor: Román Carrera Giménez
Publicado en el Libré de las Fiestas de La Puebla de Castro
del año 1991
En invierno prou
templada
y en verano ben fresqueta
eba l'agua que manaba
en la Fuente de la Güerta.
Cantarina y
abundante
en el llavadó dentraba,
saliva per el sobrante
tal basal, que la’speraba,
y d’allí cada regante
ta lo suyo la mandaba.
No dejaré sin nombrá
al veterano llavadó
que ya nunca más tendrá
mullés a su
alrededó.
Ellas que nunca paraban
trachinán en tantas cosas,
con esmero traballaban
estregán sobre las llosas.
Alli’staban de rodillas
danle a la ropa estregóns
mientras doblaban sus costillas
En verano s’en veyeba
cualquier día de semana
pero el lunes se llenaba
sobre tó per la mañana.
Si no charraban
de modas,
charraban de cualquier cosa,
y si de vez charraban
todas…
poco miedo a la
rabosa.
Rodiau con piedra y cheso,
tellas, cañizos y vigas,
allí sigue pa
recuerdo
y con sus llosas
cubridas
nuestro antiguo
LLavadó
ben tranquilo ya fa
días.
En estos tiempos d’ahora
con la vida tan cambiada,
todas tienen
llavadora
pa fese ben la colada;
zampán en dentro la ropa,
meten polvos, dan el agua,
le dan al bombo la marcha
y custión solucionada.
Junto a la fuente, la cova,
fecha de mampostería
y con bóveda graciosa
de piedras en armonía,
a los llabradós
cobijaba
cuan iban con caballerias
y lloveba más qu’ahora
que s’empalman las sequías.
En días qu’a la tardada
veniba bella tronada,
en la cova se
metaban
con los bages que
llevaban;
si per vení con prou fuerza,
agua y truenos descargaba,
s’esperaban con paciencia
hasta que ya sen dejaba.
Zagals que se recojeban
las palladas del
camino,
de casas que no teneban
más que muy poco de güeno,
hacia la Güerta marchaban
con cestón u con
talega.
Cuan a la fuente
llegaban
bebeban sin perdé tiempo
y ta la cova
dentraban
pa recojese t’ol
fiemo.
Hoy per aquella parte
ya no se fa ningún riego
al secase dicha fuente
que manaba de vivero.
Los años que lloveba
tanto
el caudal eba más gran
y’en desembocaba otro
que bajaba del Coran.
No pasa casi ninguno
per aquella encrucijada,
ya no queda ningún chunco
ni se vey ninguna rama
al quedase aquello seco
perque la fuente
no mana.
Ayer per allí pasaban
llabradós ta
cualquier lau;
con el viraje que la vida
en estos años ha dau,
hoy casi, casi no pasa
más qu’el pastó con el
ganau.
Acaso bella rabosa
ben tranquila y sin corré
que no trobará
gran cosa
y no podrá ni bebé.
Lo que ayer se regaba
hoy lo cubre la maleza;
a diez metros de la
cova
si alguno t’allí s’acerca
ya verá cuanta tristeza
da la fuente qu’está seca.
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