CUADERNO
DE USO DE UN NIÑO DE 8 AÑOS EN EL CURSO 1953-4
Antonio Torres Rausa |
Autor del artículo: Antonio Torres Rausa
(Licenciado en Derecho y Psicología. Organista adjunto de las Catedrales de la Seo de Zaragoza y El Pilar).
(Licenciado en Derecho y Psicología. Organista adjunto de las Catedrales de la Seo de Zaragoza y El Pilar).
Publicado
en el diario del AltoAragón del día 10 de Agosto de 2015
(clicando sobre las fotos podrá disfrutarlas a mayor tamaño)
Acababa de empezar el mes de Diciembre de 1953 y el nuevo
maestro, Don Mariano Bellostas Sarasa, tan apenas llevaba en el pueblo tres
meses. Había ejercido en un pueblo próximo, donde se había casado, y venía como
titular de La Puebla de Castro, sustituyendo a un interino que había estado un
año. Los maestros interinos iban de acá para allá, ocupando las plazas que
quedaban provisionalmente libres y su estancia era tan corta como poco eficaz. Don Mariano era otra cosa. A parte de
maestro titular, venía precedido de una bien merecida fama, aunque el cura que
regentaba ambas parroquias, dijese de él que era republicano y rojo, calificativos
entonces muy graves, aunque no tanto, creo yo, como lo que decía éste, del cura,
al que consideraba ateo.
En mi ánimo, la
semana comenzaba el domingo por la tarde, cuando a eso de las cinco
abandonábamos la era Andrés, donde
habíamos pasado toda la tarde jugando al fútbol y ya se posaba sobre nuestras
cabezas la nube negra de la escuela del lunes.
A la derecha, junto al árbol, grupo de alumnos y alumnas de la Escuela de la Puebla de Castro en la Era Andrés. Década del 1950. Foto facilitada por Manuel Cobos Sopena (Manolito del Zapatero). |
Me levantaba a las ocho
y media de la mañana. La plaza
llena de ovejas y corderos, los pastores con sus grandes paraguas, símbolo
de la libertad que les aguardaba en el monte... y yo a la tiranía de la
escuela. A la entrada, la cantinela de cada día: "Buenos días, don Mariano, ¿qué
tal ha descansado usted?"-" Bien, gracias, siéntate".
Sobre la pizarra, ya nos aguardaba la frase
del día, escrita por el maestro. La de este día era de José Antonio: "Sólo vale quien sirve"
Detalle del cuaderno escolar de Antonio Torres |
La lección del día,
primer lunes de Diciembre de 1953, versó sobre "Los Visigodos". Nos explicó el maestro, entre otras cosas,
como por la desunión de las principales familias de hispanos visigodos, un
puñado de musulmanes entraron en la Península y la conquistaron. Por eso, era
muy importante la unidad de todos los españoles. A continuación, resumen de la lección con dibujo
incluido en el cuaderno de uso. Repaso del cuaderno por el maestro y a las 12 del mediodía, salíamos corriendo al recreo pero los más intrépidos subían
a la torre para baldear la campana,
como era costumbre en el pueblo. Media
hora de fútbol en la era de Andrés, hasta que el maestro, desde la escuela
que está próxima, mediante un extraño silbido que hacía con los dedos, y que
finalmente todos aprendimos a imitar, nos volvía a convocar en la escuela.
Cien figuras españolas. Libro escolar de lectura. Autor: Antonio Juan Onieva Santamaría. Emisor: Hijos de Santiago Rodríguez. Burgos. |
Después del recreo se leía en voz alta el libro "Cien Figuras Españolas" de J. Onieva. Había
que estar atentos ya que, en cualquier momento, te podía nominar el maestro
para seguir leyendo. A parte, si el que leía lo hacía mal o con poca fluidez,
cualquiera podía corregirle. Así
aprendimos a leer, entre el reproche de un compañero que te corregía y la
aprobación del maestro al corrector.
Cien figuras españolas. Libro escolar de lectura. Autor: Antonio Juan Onieva Santamaría. Emisor: Hijos de Santiago Rodríguez. Burgos. |
Cada figura del libro tiene su retrato a plumilla y dos
hojas de lectura ejemplar. El libro contiene figuras sacadas de todos los
sectores de la sociedad y de todas las provincias españolas: guerreros, santos,
poetas, marinos, ingenieros, literatos.... Había para todos los gustos, pero
nosotros disfrutábamos más cuando tocaba El Gran Capitán, García de Paredes,
Hernán Cortés o Fernando El Católico que cuando tocaba Santa Teresa de Jesús,
San Juan de la Cruz o el Padre Mariana. Hoy hemos leído Verdaguer (Cinto Verdaguer, “el mejor poeta que ha tenido Cataluña”,
decía el libro). Nació en Folgarolas en 1845 y murió en Vallvidriera en 1902.
Me ha sorprendido la frase del padre Solá, que dice de él en el libro, que solo
por leer el poema de Verdaguer titulado "Canigó", merecería
aprenderse el catalán. A las 13:30
salíamos a comer y, por la tarde, escuela de 5-7 h.
Cien figuras españolas. Libro escolar de lectura. Autor: Antonio Juan Onieva Santamaría. Emisor: Hijos de Santiago Rodríguez. Burgos. |
Con la perspectiva de los años, he de reconocer que con la
lectura reiterada de este libro, aprendimos a leer y a hablar un lenguaje
bastante más rico que el del pueblo, conocimos la historia de figuras muy
importantes de todas las regiones españolas, y de paso, modelos de conductas a
imitar tan diferentes de los personajes que se proponen hoy en los medios.
Cien figuras españolas. Libro escolar de lectura. Autor: Antonio Juan Onieva Santamaría. Emisor: Hijos de Santiago Rodríguez. Burgos. |
La escuela estaba separada en niños y niñas, formando tres secciones que no se ajustaban estrictamente a la edad, ya que las niñas iban algo más adelantadas, incluso fuera de la escuela, lo que provocaba que los mayores nos robasen las niñas de nuestra edad. Tengo entendido que esta diferencia de desarrollo la escuela moderna no la reconoce en casi ningún país, lo que ocasiona que las niñas sacan mejores notas y, en consecuencia, ocupan mayoritariamente, las plazas de la Universidad cuya nota de corte en muy alta.
Aunque no había notas, el maestro tenía un perfecto
conocimiento del currículum de cada alumno, que se representaba simbólicamente en el orden que se ocupaba en las mesas: los
mejores alumnos en las primeras mesas. Esta discriminación que hoy no se
aceptaría, tenía en todo caso la ventaja que, con esfuerzo y paciencia, se
podía ascender de mesa.
Detalle del cuaderno de Antonio Torres |
Cada día de la semana
tenía una materia distinta: Historia, Física,
Geografía... pero cada día había
"Problemas," "Análisis
Gramatical" y "Dictado". Los "Problemas" versaban frecuentemente sobre medidas de capacidad
utilizadas en el campo. Los "Dictados"
tenían un doble objetivo: escribir sin faltas de ortografía y, por otra parte,
frases de contenido ético o moral. Los jueves,
el maestro contaba un cuento que a continuación debíamos resumir y aún hacer
un dibujo. En este primer jueves de Diciembre nos encandiló con el mito griego
de Teseo. Finalmente, llegaba el sábado en el que sólo había escuela por la mañana. Lo
considerábamos casi festivo pues el maestro se limitaba a explicar el Evangelio
del Domingo siguiente, por lo que la actividad escolar de la semana, más que
por fechas, estaba señalada por el Evangelio de los sábados, su redacción y
dibujos.
POST DATA
Quince años después, década de los 60, España figuraba entre
los tres primeros países del mundo en cuanto al crecimiento de su PIB. Quizás
aquella educación no fue tan mala.
Desde la perspectiva que me dan los 72 años que tengo y tres
carreras universitarias, me atrevo a hacer las siguientes consideraciones:
1.- La educación que recibimos estaba basada en referencias: Personajes de la Historia, religiosas del Antiguo y Nuevo testamento, incluso políticas... ¿Es posible una educación que lo relativiza todo, sin el anclaje de algo sólido?2.- El maestro premiaba el esfuerzo y la excelencia y, desde luego, no proponía la igualdad como meta, y mucho menos por abajo. A menudo, se comentaba, sobre todo fuera de la escuela, la vida y milagros de algunos personajes del pueblo que se habían ido a Barcelona y habían creado grandes empresas.3.- El maestro nos hacía ver con claridad que aquellos que nacemos pobres y lejos de la gran ciudad, objetivo entonces de la mayoría, la única oportunidad que podíamos tener era a través de la educación y, en todos los casos, del esfuerzo personal.
Puedo asegurar que la inmensa mayoría de aquellos escolares
de 1953 han triunfado en el comercio, la industria, la universidad o la
empresa.
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Grupo de alumnos del colegio de La Puebla de Castro junto al maestro Don Mariano Bellostas Sarasa. Año 1956. Fotografía facilitada por Eduardo Durán Portella (Eduardo de Campón; el Nº 18 de la foto). |