CASTRO EN LA EDAD MEDIA
3- LOS TENENTES DE CASTRO
Autor: Antonio Torres Rausa
En Aragón y Navarra no se conoció la cesión permanente y hereditaria a feudo, a favor de un barón ó noble, de un castillo, tal como ocurría en Cataluña y en la Europa feudal. Los castillos aragoneses pertenecían al Rey según la fórmula de la defensa y de la guerra centralizada, y confiaban su defensa a un caballero que se llamó “Tenente”, cuyo mandato no solía ser largo, y salvo raras excepciones, era muy movible. Este sistema de tenencias duró lo que la reconquista del reino, es decir, durante los siglos XI y XII.
Si bien inicialmente tuvo un carácter militar, poco a poco fue asumiendo el poder político y administrativo. Así surgió el primer ordenamiento administrativo de Aragón. Las distintas tenencias se fueron acumulando en manos de unas pocas familias, que trataron de convertirlas en hereditarias, lo que en cierto modo consiguieron, dando orígen a la primera nobleza del reino. La influencia política y militar de estos Tenentes fue considerable y dejó huella secular en el reparto y posesión de la tierra de los “señoríos nobiliarios” bajo medievales. Resaltamos, no obstante, que en su orígen eran títulos funcionales, hasta el punto que un mismo castillo, si era importante, podía tener varios Tenentes al mismo tiempo, como fue el caso de Castro. Esto implicaba que los Tenentes no siempre vivían en estos castillos, a diferencia de los barones catalanes que sí estaban adscritos a su tierra feudal, por la propiedad en firme y por herencia.
Castro se constituye en Tenencia desde el año 1083 y, dada su importante posición estratégica, entre los años 1089 y 1094 comparte tres Tenentes.
Siguiendo a Agustín Ubieto, los Tenentes de Castro en los siglos XI y XII, son los siguientes:
- Ramón Guillén, desde el año 1089 a Noviembre de 1094, fecha en que muere el Rey Sancho Ramirez en el asedio de Huesca, plaza que será conquistada dos años después. Es lógico pensar que este Tenente acompañó al Rey en el asedio de Huesca. Ramón Guillén comparte la tenencia con Lope Sanchez y Berenguer Gombal. Esto lo sabemos, entre otros documentos, por la Colección Diplomática de Obarra, según publicación de Martín Duque, documento 145, en el que al donar Pedro I a Santa María de Obarra y San Victorián la Iglesia de Santa María y la villa de Torres en el año 1094, a continuación de la firma del Rey, nombra a los señores más importantes del reino, dándole así mayor valor histórico al documento. Por citar al de Castro, entre pocos, me permito la transcripción literal, que dice: “...regnante me Dei gratia in Aragone, et in Pampilona et in Suprabi et in Ripacurtia. Episcopus Raimundus in Rota. Episcopus Petrus in Iacca. Alius Episcopus Petrus in Urunia. Don Kavet in Eleson (Boltaña) et in Civitate (Torreciudad). Lop Sangiz et Raimundus Guillen et Berengarius in Castrum.”
En aquel tiempo en que corrían vientos de cuchillo y, por miedo a los árabes, todos los nobles guardaban los caballos en las habitaciones de sus mujeres, a fín de salir con presteza en caso de necesidad, Castro se presentaba como un refugio seguro y como vigía necesario en la puerta de Ribagorza, frente al amenazante y cercano Barbastro que, de nuevo, estaba en manos musulmanas, hasta que, como se ha dicho, fuera definitivamente conquistado en el año 1100 por el Rey Pedro I, cuando contaba con 35 años, cuatro antes de morir.
- Galindo Jimenez, fue Tenente de Castro en el año 1112, reinando ya Alfonso I el Batallador, hermano de Pedro I.
- Berenguer Gombal. En la Colección Diplomática de la Catedral de Huesca, según edición de Durán Gudiol, el documento 112 hace mención a la venta de una finca situada entre Barbastro y Castillazuelo que Doña Urraca, esposa de Blasco Fortuñones hace en Junio de 1113 a Mose. Pues bien, tal como era costumbre de citar a los distintos señores del reino para dar mayor historicidad al documento, aparece Berengarius Gombal in Castro. Por lo tanto, podemos afirmar que Berenguer Gombal es ya Tenente de Castro en Junio de 1113. Su tenencia se prolonga hasta Diciembre de 1131. En el transcurso de esta tenencia se produce la conquista de Zaragoza (1118) y las incursiones del Batallador por Andalucía (1124 - 1126), en las que le acompañan Berenguer Gombal, señor de Castro, Pedro Jazbert, señor de San Esteban de Mall (Puebla de Roda) y Berenguer Ramón, señor de Fantova.
Sabemos que al regreso de las campañas de Andalucía, año 1126, el Rey Alfonso I el Batallador se trajo unos 10.000 mozárabes con el doble objetivo de liberarles y de repoblar las desérticas tierras de Aragón. Con la parte de mozárabes que no fueron absorbidos por Zaragoza y la villa de Alfaro en particular, probablemente repoblaría las tierras de los tres señores de Ribagorza que le acompañaron en la expedición, concediéndoles especiales privilegios a sus villas que se convirtieron en Pueblas. Como dice el historiador de la Ribagorza, D. Manuel Iglesias Costa, de cuya amistad me honro y del que me siento deudor, no es por casualidad que en torno a los tres señoríos señalados, el de Castro, el de San Esteban de Mall y el de Fantova, hayan surgido La Puebla de Castro, La Puebla de Roda y La Puebla Fantova. Así tendríamos el origen de La Puebla de Castro, no tanto como poblamiento nuevo que procede de Castro, sino como Puebla del señor de Castro a la que Alfonso el Batallador, en agradecimiento por su aportación a la guerra de Andalucía, repobló con mozárabes, dándole mano de obra barata y concediéndoles especiales privilegios. Esta teoría, en cuanto al origen de La Puebla de Castro, no ha sido probada. La supuesta repoblación de mozárabes andaluces pudo favorecer al poblado de Castro pero no se corresponde con la fundación de La Puebla de Castro, cuya Carta Puebla está concedida por el Rey Jaime I el Conquistador en el año 1250.
Delante, La Puebla de Castro; detrás, en el centro de la foto, La Puebla de Fantova. Foto de Fernando Martín Bravo |
También asiste Berenguer Gombal a la sangrienta batalla de Corbins en Cataluña, en el año 1126. Lo cuenta así Zurita: “Parece... que en el año 1126 hubo una muy sangrienta batalla con los moros en Cataluña, delante del castillo de Corbins, y se perdieron en ella muchos cristianos y las cosas estuvieron en grande peligro. Y el emperador don Alonso se fue a ver con el conde de Barcelona y con sus hijos para dar favor a la guerra contra los infieles; y fueron con él a estas vistas don Esteban obispo de Huesca y don Esteban electo de Roda, Berenguer Gombal señor de Castro y Capilla, Jimeno Fortuñón señor de Calasanz y Bardajin, Lope Iñiguez señor de Perarrúa y Pedro Ramón señor de estada, Atho Garcez señor de Barbastro, Garcí Ramirez señor de Monzón y Tizón señor de Buil”.
- Iñigo López, fue Tenente desde Agosto de 1134 a Julio de 1135. A este Tenente le tocó vivir la agitada sucesión, entre los partidarios del Rey Ramiro y del Rey Alfonso de Castilla, como así mismo, las guerras entre el Rey de Aragón y el de navarra.
- García Garces de Grostán, desde febrero de 1135 a Junio del mismo año.
- Pedro Ramón, fue Tenente de Castro desde Junio de 1135 a Noviembre de 1137. Durante esta tenencia, el Rey Ramiro decapitó a los quince nobles aragoneses más levantiscos haciendo una famosa campana, en la que no se encontraba Pedro Ramón.
La campana de Huesca por José Casado del Alisal |
También se concierta la boda de la hija del Rey, Petronila, con el conde Berenguer de Barcelona, precisamente en Barbastro, el 11 de Agosto de 1137.También encontramos a Pedro Ramón entre los ricos hombres que prestan juramento al Rey Ramiro.
- Arnal Mir, fue Tenente de Castro desde Agosto de 1137 hasta el año 1175. En el documento 146 de la mencionada Colección Diplomática de la catedral de Huesca, se narra como Ramiro II, Rey de Aragón, dona a Lope Galindez de Bolás, los bienes de Igrés que habían sido del judio Zaraxorda. Esto ocurría en Agosto de 1137 “regnante me dei gratia rex in Aragone...Comité Arnal Mir Palierensis in Castro et in Boil...” Arnal Mir es, por tanto, Conde de Pallás, uno de los títulos más importantes del Reino, y, además, Señor de Castro y Buil, lugares que raramente visitaría, en todo caso, cuando el 13 de Noviembre de 1137 el Rey Ramiro entrega a su yerno el gobierno y se vuelve a su primitiva vocación de monje, probablemente acompañado por Arnal Mir, pasó por Castro, y al principio de su reinado, cuando tuvo que refugiarse en las montañas ante la amenaza del Rey de castilla.
Arnal Mir fué siempre un fiel vasallo del Rey Monge, y ya desde Octubre de 1134 cuando muere el Batallador y Ramiro se encontraba en el castillo de Barbastro, uno de sus mejores valedores fue Arnal Mir.
Dice Zurita que Arnal Mir acompañó en 1149 al príncipe de Aragón en el cerco de Lérida, y que tambien entre los ricos hombres que se hallaban en Zaragoza en el casamiento que el Rey don Alonso celebró con don Sancho, estaba Arnal Mir, conde de Pallás.
Estos caballeros medievales, que no pagaban a Hacienda, no tenían residencia habitual. Vivían allí donde estaba la cambiante necesidad, junto al Rey y el campo de batalla; por eso, no hay que pensar que Arnal Mir, dueño y señor de tantos castillos y de tantos frentes donde acudir, pasara muchos días en Castro, que gobernaría a través de un alcaide. En cualquier caso, fue Castro, sin duda, su referencia obligada en la Ribagorza, por lo que la figura mítica de este guerrero dignifica nuestro lugar. Así describe Zurita en los Anales (I-XVIII) a este hombre legendario: “Hubo en las montañas de Ribagorza y Pallás un caballero que se decía Arnal Mir, hijo de Mir, que por su valor y esfuerzo grande hubo diversas victorias de los moros y los persiguió y echó de los lugares fuertes que tenían en las montañas de Pallás y ganó dellos muchos castillos... y fue señor de muchos castillos y villas en los condados de Urgel, Pallás y Ribagorza”. Caballero mítico fue este Arnal Mir, Señor de Castro.
Una segunda vinculación de Castro y el señor de Capella, aparece en un documento del ocho de Mayo de 1212 (A.C.A., cancillería, Pergaminos Pedro I, carpeta 64, nº389)
En el mencionado documento aparece la donación hecha por Pedro II a doña Ermesinda, viuda de Guillermo de Capella y a toda su descendencia, de todos los honores, posesiones y castillos anteriormente poseídos por el dicho Guillermo y predecesores, dados por los Reyes de Aragón, a saber: castillos de Juseu, Merli y Lerb (Lierp), villa de Ballabriga y ¼ del castillo de Capella, ½ del castillo llamado Castro. Todo ello dado a feudo según fuero y costumbres de Barcelona y según lo tuvieron los predecesores de Guillermo de Capella por nosotros y nuestros antecesores, es decir, a plena utilidad pero reservando para nosotros y nuestros sucesores, la fidelidad y el dominio. Dado en Zaragoza, Ocho de Mayo de 1212.
De este documento resaltamos que también Castro y no sólo Lumbierres, como hemos visto anteriormente, fue tenido según fuero catalán, al menos, hasta su constitución como Baronía.