Antonio García Omedes |
AUTOR: Antonio
García Omedes.
Artículo
publicado en: www.romanicoaragones.com en el año 2006
Enlace
directo al artículo: http://www.castillodeloarre.org/HU-Ribagorza/990373-Castro1.htm
Con autorización
del autor presentamos aquí un resumen del extenso y documentado artículo que
Antonio García Omedes dedica a la Iglesia de San Román de Castro,
publicado en su Web de Románico Aragonés.
Datos sobre el autor, cito sus palabras en la presentación de su web, “Mi nombre es Antonio García Omedes. Me nacieron en 1951 en Ainzón, provincia de Zaragoza. Soy Cirujano y desempeño mi labor profesional en el Hospital "San Jorge" de Huesca desde 1979… El 5 de diciembre de 2012 fui nombrado Académico Correspondiente de la Real Academia de Nobles y Bellas Artes de San Luis de Zaragoza, y el 25 de enero de 2013 fui nombrado Académico Numerario de la mencionada Institución en calidad de profesional en la sección de Artes de la Imagen. ”
Antonio García Omedes realiza un extraordinario trabajo de investigación y divulgación del Románico, su página web, mezcla de pasión y rigor, es reconocida internacionalmente, tiene millones de visitas y crece exponencialmente.
Página web de Antonio Garcia Omedes |
Para presentarnos el Románico en la Comarca de La Ribagorza utiliza esclarecedoras ideas, profundas y a la vez poéticas:
En la Ribagorza, podemos sentir el arte a
través de los abundantes vestigios de templos románicos. Lugares de fe
unificados por la corriente que desde Cluny recorrió toda Europa sembrando el
territorio de Iglesias. Con ellos
triunfaron las ideas de adoctrinamiento basadas en el orden social, la atención
a las necesidades del día a día y la inculcación de un sentido de trascendencia
a lo puramente temporal, con escalas de premios y castigos según los méritos de
cada uno.
Habilidosos
canteros y maestros pintores se encargaron de instruir al pueblo desde los
lugares sagrados. Sobre los bajorrelieves de los
tímpanos, en pinturas o agazapados en lo alto de las columnas, un ejército de
amenazantes demonios, basiliscos, grifos, anfisbenas, centauros, sirenas,
monos, osos o dragones, parecían prestos a saltar e infligir su castigo sobre
aquellos que sucumbieran al desorden y las tentaciones.
Al
contemplar ahora esas obras e imágenes, surgen lazos intemporales que nos unen
con aquellos hombres que encontraron en ellas la fuerza para vivir en esta
tierra a la vez que hacían de ella una realidad soñada de la que hoy podemos
disfrutar.”
Antonio García Omedes tomando fotografías de la Iglesia de San Román de Castro. Autor de la foto: Pedro Bardají Suárez. |
LA IGLESIA DE SAN ROMÁN DE CASTRO
La Iglesia de San Román de Castro, levantada en un enclave estratégico, es uno de esos lugares que no dejan indiferente al visitante. En los riscos situados en la otra vertiente del congosto de Olvena, se alza la ermita de la Virgen de Lumbier; entre ambas dominaban la salida norte del congosto de Olvena y el acceso hacia las tierras abiertas del entorno de Graus, hoy embalsadas por el pantano de Joaquín Costa o Barasona.
A la izquierda, la ermita de San Martín de Lumbierri, a la derecha, la Iglesia de San Román de Castro. Autor de la foto: www.romanicoaragones.com |
El lugar fue asiento de castillo e iglesia mucho antes de que se edificara el templo actual. De la iglesia primera queda memoria en el crismón reutilizado en la clave de la portada oeste. Es de tipo arcaico. De los primeros en aparecer, según Matarredona y Olañeta. Crismones con los símbolos alfa y omega colgando de sus brazos horizontales, al estilo de San Pedro de Jaca o la iglesia inferior del Castillo de Loarre. Cronológicamente: finales del XI o principios del XII.
Crismón sobre la puerta de la Iglesia de San Román de Castro. Autor de la foto: Fernando Martín Bravo. |
La iglesia fue consagrada al culto el 1 de febrero de 1120 y reedificada a mediados del XIII por Fernán Sánchez, "hijo bravo" de Jaime I (me agrada más la expresión empleada por Cela en sus escritos que el calificativo "bastardo" de los historiadores). No obstante debió de aprovechar mucho de lo existente así como su planteamiento general, porque en absoluto es templo que evoque a los edificados en ese tardío momento, cuando ya lo cisterciense dominaba y cúpulas de crucería y arcos apuntados inundan la escena. Más parece que la reedificación se hubiese centrado en reparar probables deterioros puntuales del templo.
El templo es de
nave única
acabado en ábside semicircular, orientado. Se edificó en piedra sillar bien
escuadrada y ajustada, aunque abundan los engatillamientos, ripios e hiladas de
muy diversa anchura. Acabados que denotan ya un momento tardío del románico, a
pesar de lo cual, se decoró su cabecera con motivos lombardistas, en un claro
guiño hacia un momento ya clásico para sus constructores.
Ábside de la Iglesia de San Román de Castro. Autor de la foto: www.aragonromanico.com |
Todos los textos que he consultado y que hablan de su aspecto coinciden, más bien repiten la misma fórmula de "...Gruesos contrafuertes añadidos en tiempos más recientes refuerzan la fachada a mediodía..."
Contrafuertes en la fachada sur de la Iglesia de San Román de Castro. Autor de la foto: Fernando Martín Bravo. |
Lo cierto es que no solo hay contrafuertes en el muro sur, sino que también los vemos en el muro norte, con perfecta simetría, continuando las pilastras existentes al interior y que en conjunto componen cuatro pares de recios apoyos para el templo.
Las puertas abiertas en los muros norte y sur, tras el más oriental de
los contrafuertes, aprovechan tanto al exterior como al interior, los
contrafuertes o las pilastras respectivamente para formar sus jambas. Además,
las hiladas coinciden lo que apunta a la edificación en una sola vez, amén de
la lápida funeraria del paño este
del segundo contrafuerte del muro sur. Trascribo lo que sobre esta lápida
funeraria, muy deteriorada, recoge Manuel Iglesias Costa: "Obiit Andreas
Diaconus qui sit requies A..."
Lápida funeraria reutilizada en uno de los contrafuertes del muro sur de la Iglesia de San Román de Castro. Autor de la foto: Pedro Bardaji Suarez |
Hay noticias de que antes de desgastarse la inscripción continuaba con "Anno millesimo secundo..." por lo que de ser cierto habría que pensar en una colonia de mozárabes pues esta zona estaba bajo control musulmán en esa época.
EL INTERIOR DEL TEMPLO
El interior del templo sorprende por sus
dimensiones. En absoluto es una pequeña ermita enriscada sino que fue edificado
con magnificencia. Tiene además detalles que lo diferencian de otros templos
vistos, como sus ventanales abocinados
enmarcados por cuatro arquivoltas cada uno.
Presbiterio y ábside de la Iglesia de San Román de Castro. Autor de la foto: Pedro Bardaji Suarez |
En
algún lugar he leído que guardan parecido con el interior de Obarra. Quizá
tenga un aire por los arcos de diversa medida en el cilindro absidal. Pero
realmente es una similitud muy forzada.
Cubre
el ábside con cuidada bóveda de
cuarto de esfera. Por delante, amplio presbiterio con credencia en el lado
norte y cubierto con medio cañón sin que haya imposta en estas estructuras de
la cabecera. Sin embargo, la encontraremos, decorada con ajedrezado jaqués en
ambos laterales de la nave. Probablemente
la estructura rehecha sea la cabecera, aprovechando para ello elementos del
antiguo templo. Los fajones que
segmentan la nave, son de cuidado medio punto y sus sillares lucen marcas de cantería.
LOS CAPITELES DEL ÁBSIDE
Cuatro capiteles prestan apeo a las arcadas
absidales, transmitiendo su empuje por medio de semicolumnas adosadas que
arrancan de bancada corrida de tosca hechura. Los dos más meridionales son
historiados y los situados hacia el norte se decoran con motivos vegetales.
Ábside de la Iglesia de San Román de Castro. Autor de la foto: Fernando Martín Bravo |
Un detalle que puede pasar desapercibido en una rápida visita es el hecho de que estos capiteles no se hicieron para el lugar en que se hallan. Son evidentemente reutilizados. Los argumentos para afirmarlo son los siguientes: No hay coincidencia con las hiladas de sillares contiguas. El apeo de los arcos apenas emplea poco menos de la mitad de la superficie superior del mismo, que además, carece de cimacio. Capiteles pues de un momento anterior al templo, que transmiten sensación de mayor arcaicismo que lo esperado.
Antonio García Omedes tomando fotografías en el interior de la Iglesia de San Román de Castro. Autor de la foto: Pedro Bardají Suárez. |
El primero de los
capiteles por nuestra derecha es historiado y probablemente relate una historia
en relación con la consagración del templo. Siete personajes con aspecto infantil por sus
grandes cabezas y ojos redondos (Así interpretaban en tono esquemático la figura
de Jaime I en las monedas de la época). En el lateral izquierdo dos figuras con vestimenta litúrgica
y libros en las manos.
Capitel historiado de la Iglesia de San Román de Castro. Autor de la foto: Fernando Martín Bravo |
En el lado opuesto, otras dos figuras vestidas de corto con instrumentos musicales de viento. Una toca una especie de corneta, convocando al acto y la otra una especie de flauta de pan. En el frontal, los protagonistas: una figura central cubierta con capa, a nuestra izquierda otra con corto ropaje plisado y al otro lado un fraile con su mano izquierda en la mejilla, pensativo.
Capitel historiado de la Iglesia de San Román de Castro. Autor de la foto: Fernando Martín Bravo |
El siguiente capitel historiado muestra un tema muy común en el románico: un personaje desquijarando a un león de una sola cabeza en la esquina del capitel y dos cuerpos.
Capitel historiado de la Iglesia de San Román de Castro. Autor de la foto: Fernando Martín Bravo |
En cambio, en el otro lado, la figura que debía desquijarar al león se queda sin función pues este no tiene cabeza. Probablemente se le rompiera la esquina al artesano y recurriera a una solución de circunstancias (?).
Capitel historiado de la Iglesia de San Román de Castro. Autor de la foto: Fernando Martín Bravo |
Éste, al igual que los demás capiteles se montó sin cimacio y con notable discordancia de su altura con las hiladas adyacentes. La decoración general se hizo a base de volutas que convergen en las esquinas del capitel, lugar en que conserva una especie de corta cantonera que las reúne. Las enjutas creadas por las volutas en la zona alta de la cesta del capitel, se decoran con motivos geométricos, intentando no dejar espacios vacíos.
El tercero de los
capiteles por
nuestra derecha, sigue el esquema de los restantes: volutas que convergen en cantonera angular. Pero en este y en el
siguiente, en su unión se siguen a modo de "Y" por un vástago
entorchado.
Capitel con motivos vegetales de la Iglesia de San Román de Castro. Autor de la foto: Jose Francisco Soriano Rausa. |
Se decora la cesta con cuatro grandes hojas conteniendo foliolos en su interior, al estilo de lo visto en la capilla de San Bartolomé en el monasterio de San Pedro el Viejo de Huesca, a cuyos capiteles, en especial al más similar al que vemos, se atribuye origen visigótico.
El capitel situado
el lado norte del cilindro absidal,
de similar hechura, decora su cesta con palmetas de menos entidad, que parecen
iniciar "pitones", pero muy mutilados en sus extremos. También bolas
al modo jaqués bajo las volutas. Su garganta es sogueada, y repite las
decoraciones geométricas en las enjutas.
Capitel con motivos vegetales de la Iglesia de San Román de Castro. Autor de la foto: Jose Francisco Soriano Rausa. |
También las basas son de una hechura distinta a lo acostumbrado a ver. Conformadas por un toro sobre el que se alza alto segmento troncocónico invertido y rematado por otro resalte tórico. En la mostrada, queda resto de un remate decorado con geométricos de la misma mano de quien hizo los capiteles.
Base de una de las semicolumnas del ábside de la Iglesia de San Román de Castro. Autor de la foto: www.romanicoaragones.com |
LA NAVE
La
nave está segmentada en cuatro tramos por medio de tres pilastras adosadas a
los muros, sobre las que apean los arcos fajones que encauzan los empujes de la
bóveda de medio cañón. Una imposta
decorada con ajedrezado jaqués recorre los muros y fajones a nivel de la
unión de paramentos verticales y bóveda.
Interior de la Iglesia de San Román de Castro. Autor de la foto: www.romanicoaragones.com |
Junto al muro de poniente, al lado norte hallamos la pila bautismal con tosco arel de madera como apeo de la tapa.
Pila Bautismal de la Iglesia de San Román de Castro. Autor de la foto: www.romanicoaragones.com |
Decoran la cabecera tres cruces de consagración muy elaboradas. Una en el propio ventanal central y las otras dos en los extremos del cilindro absidal. Bajo ellas, en línea de color granate, quedan restos epigráficos referenciando que fue el obispo de Barbastro y Roda quien consagró el templo.
Cruz de Consagración en el interior de la Iglesia de San Román de Castro. Autor de la foto: www.romanicoaragones.com |
EL CORO
A
los pies del templo se alza el coro.
Es una preciosa obra de arte de estilo mudéjar datable hacia 1400, El alfarje
que lo soporta, apea en un arco rebajado que toma sustento en la pilastra más
occidental de la estructura, del que sobresale entorno a un metro. En el muro
de cierre le prestan apoyo ménsulas de madera decoradas con representaciones de
caras del mismo estilo que las existentes en el extremo libre de las quince
vigas de su estructura.
Coro mudéjar de la Iglesia de San Román de Castro. Autor de la foto: Fernando Martín Bravo |
Fue estudiado de forma monográfica por Mª Isabel Álvaro Zamora, como ponencia presentada al II Simposio Internacional de Mudejarismo en Teruel en 1981.
Coro mudejar de la Iglesia de San Román de Castro. Autor de la foto: Fernando Martín Bravo. |
"El coro es de una techumbre plana, con las
vigas vistas, formada por 17 jácenas en sentido longitudinal, con jaldetas
transversales sobre ellas. Ocupa la anchura total de la Iglesia: 8,60 m y su
longitud es de 4,88 m, volando más de un metro sobre el arco rebajado que la
soporta, con las características cabezas de proa con figuración humana. Lo más
interesante es la decoración pintada, en la que destacan los temas heráldicos
con las armas de los Castro, de los Fernández de Castro y de unos posibles
López de Castro, temas animalísticos: dragones, ciervo, leones, oso, serpiente,
águila, pez, conejo, elefante..., temas historiados procedentes de El Libro de
Las Maravillas del Mundo, de Juan de Mandeville, como son el Sciapodo y la
fábula de los pigmeos y las grullas, atauriques, temas geométricos e incluso
inscripciones que intentan trazar alafias con caracteres cúficos, sin que
signifiquen ya nada. Maria Isabel Álvaro, atendiendo a lo descrito, ha datado
la obra entorno a 1400."
(Arte
Mudéjar Aragonés. Gonzalo M. Borrás Gualis. Ed.: Caja de Ahorros y Monte de
Piedad de Zaragoza, Aragón y Rioja. Tomo II. Pág.: 314- 317. 1985)
En mi penúltima visita a la Iglesia de Castro
durante la primavera de 2006
acompañado por Javi del Triguero, el
alguacil, me ofreció subir a la cubierta del templo. A pesar de mi
"resistencia" a ciertas aventuras lo hice obteniendo las imágenes que
a continuación muestro. El acceso se efectúa a través de una escalera intramuro
que arranca en el lateral norte del coro y asciende por hueco labrado en el
propio espesor del muro, donde no se embelleció con sillares. Bien al
contrario, se dejó visto el relleno y el mortero del mismo.
Acceso al tejado de la Iglesia de San Román de Castro. Autor de la foto: www.romanicoaragones.com |
Realmente las vistas desde este punto son espectaculares y se comprende la situación de vigilancia que ejerció el lugar con la salida del congosto, la presa y el embalse de Barasona. Volver la mirada al sur y a poniente, es dominar por completo todo el congosto.
Vistas desde el tejado de la Iglesia de San Román de Castro. Autor de la foto: Fernando Martín Bravo |
Vistas desde el tejado de la Iglesia de San Román de Castro. Autor de la foto: Fernando Martín Bravo |