Mariano Serena Garuz "Borbón" |
EL RETABLO DE SAN ROMÁN DE CASTRO
12 de Noviembre de 2011
(Autor del artículo: Pedro Bardaji Suarez)
El Retablo de
San Román de Castro pasó sus vicisitudes. Un destacado miembro del Comité
Antifascista de la Puebla, mandó el traslado de las tablas desmontadas del
retablo de San Román de Castro y del balcón de la Marquesa, desde la ermita de
Castro a la Puebla. Les ordenó realizar la faena a, Vicente Ferraz, Garrín, con
sus dos mulas y Antonio Mazana, con sus dos burras. El balcón de la Marquesa se
dejó en la Abadía y no llegó a salir de la Puebla. Sin embargo, las tablas del
retablo de Castro, junto con la plata recogida de la iglesia la Puebla y otros
objetos de valor incautados por el Comité a vecinos del pueblo, salieron en
Noviembre de 1937 camino de Ginebra. Esto ocurrió cinco meses antes de la
entrada de los Nacionales en el Pueblo. Es evidente que pretendían formalizar
la venta de los objetos en el extranjero y que el giro del conflicto, con el
final de la guerra y la victoria de los Nacionales lo impidió.
Retablo de San Román de Castro en la Ermita de Castro.
Fecha: anterior a 1936.
Autor de la foto: Juan Mora Insa
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Lo cierto es que estos bienes, al año y medio
de haber salido de la Puebla, ya estaban de vuelta en Zaragoza. Julia de casa
Suarez y Asunción, que servían en Zaragoza, en una visita casual a la Lonja,
donde se exponían multitud de objetos religiosos expoliados en Aragón durante
la guerra y felizmente recuperados, reconocieron, la custodia y tablas del
retablo de San Román de Castro. Dieron rápidamente noticia al cura de la Puebla,
entonces Mosén Franco. Con el conocimiento del Ayuntamiento y la autorización
del Obispado, se desplazaron a Zaragoza el citado cura y el padre de “Borbón”.
En esta expedición, que duró 8 días, identificaron, de entre todos los objetos expuestos
en la Lonja, los bienes litúrgicos y obras pertenecientes a la Puebla, incluido
el retablo de San Román de Castro.
Pero, volvamos atrás en la historia para
rememorar una acción decisiva. El secretario del Comité Antifascista de la
Puebla, Pablo Moreno, de profundas convicciones comunistas, no simpatizaba con
los dirigentes del Comité, sufrió incluso amenazas de los mismos. Pablo Moreno
y Ramón Guillén de casa Tomasa, amigos los dos del padre de “Borbón”, durante una
cena celebrada en casa de Pablo Moreno, actual casa de Trini Mallón, acordaron marcar
cada tabla del retablo antes de que abandonara la Puebla. El secretario Pablo
Moreno escribió las etiquetas con su máquina de escribir y Ramón Guillén de
casa Tomasa, a espaldas del Comité, se encargó de pegarlas en zona disimulada.
Esas etiquetas fueron las que impidieron que las tablas se disgregaran durante
el viaje de ida y vuelta a Ginebra (Suiza), y las que permitieron su rápida
identificación.
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