Carlos Latorre Giral |
BREVE SEMBLANZA DEL MISIONERO CLARETIANO CARLOS LATORRE GIRAL,
por Pedro Bardaji Suarez.
Un antiguo aforismo dice que el único signo
humano de superioridad reconocible es la entrega, la dedicación a los demás.
Carlos Latorre, de niño, en el Colegio de San Esteban de Litera |
Carlos
Latorre Giral nació el 10 de septiembre de 1942 en San Esteban de Litera, hijo de Aurelia Giral Jovellar (de Casa Petra de La Puebla de Castro) y de
Esteban Latorre Solano (de Casa Escolano de San Esteban de Litera). Carlos,
junto a su hermano José Luis Latorre
Giral ingresaron en la Congregación de los Misioneros Hijos del
Inmaculado Corazón de María, fundada en 1849 por San Antonio María Claret. El fin de esta congregación es buscar en
todas las cosas la gloria de Dios, la santificación de sus miembros, la
evangelización y la salvación de las almas del mundo. A Carlos y a José Luis se
les conoce en La Puebla de Castro como "los
hijos de Aurelia", "los Misioneros
Claretianos de Casa Petra".
Dos perspectivas de Casa Petra, en la Calle Mayor, de La Puebla de Castro. Autor de la foto: Pedro Bardají Suárez. |
De sus años de formación destaca su paso por los seminarios de Alagón (Zaragoza) y Barbastro (Huesca), 1 año de noviciado en Vic (Barcelona), sus 3 años de estudios de Filosofía en Solsona (Lerida) y sus 5 años de Teología en Roma coincidiendo con el Concilio Vaticano II.
Entre otros destinos, Carlos ha servido 20 años de Misionero en Paraguay, 13 años de Misionero de emigrantes de lengua española en Zürich, Suiza, y 2 años en la atención a desfavorecidos en al barrio de Vallecas de Madrid siendo el Superior de la Comunidad de los Padres claretianos de la parroquia Nuestra Señora de la Aurora y del Santo Ángel.
El Padre Carlos Latorre durante la misa de despedida de la Misión de YHU en Paraguay. Fotografía propiedad de Carlos Latorre Giral. |
En la actualidad, Carlos Latorre Giral desempeña el cargo de Superior de la Comunidad de Misioneros
Claretianos de Barbastro (Comunidad fundada en 1869). Bajo su
responsabilidad está la custodia de las reliquias de los Mártires Claretianos de Barbastro y la atención de las visitas a la Casa-Museo (en las dependencias
conventuales), así como el culto y los servicios religiosos de la propia
iglesia conventual (la primera dedicada
al Inmaculado Corazón de María en España y en Europa) y de la parroquia rural de
Fornillos.
Carlos
Latorre Giral es un hombre de sólida formación teológica y cultural. Su vocación
misionera; su capacidad de trabajo, de gestión, de entrega, de adaptación; su don
de de gentes; su facilidad para los idiomas (habla, entre otras lenguas, alemán, francés, italiano, portugués, guaraní); su fina dialéctica; su erudición; su trato afable,
cercano y respetuoso; y su humildad, han hecho de él un misionero admirable, un auténtico
hombre de Dios.
Carlos
Latorre Giral es autor del siguiente artículo,
publicado en el semanario del
Alto Aragón
“El Cruzado Aragonés” el día 19 de diciembre de 2014.
Fotografías propiedad de Carlos Latorre Giral.
Fotografías propiedad de Carlos Latorre Giral.
NAVIDAD
DE FLOR DE COCO
“No
es más feliz el que más tiene, sino el que menos necesita y sabe compartir”
En las dos largas etapas que he pasado
fuera de España como misionero he podido vivir de diversas formas la Navidad. En Paraguay
estuve destinado veinte años, de los cuales catorce pasé en el interior del país, en
YHU, departamento de Caaguazú, y seis en el municipio de Lambaré, que pertenece a la periferia
de la capital, Asunción.
Es una Navidad diferente a la que se
celebra en España, tiene un encanto muy particular. Navidad es verano en el hemisferio sur. Y con temperaturas de 30 a
40 grados, por eso lo más típico en la
mesa no es el turrón, sino la sandía. Pero como en España, Navidad es una gran fiesta familiar. Es como un imán
para quienes viven lejos de sus padres acercarse junto a ellos en estas fiestas
y en el año nuevo.
El Padre Carlos Latorre Giral coordinando la tradición del Pesebre viviente en las Misiones Claretianas de Paraguay. |
Existe la tradición de preparar el Pesebre, pero con adornos propios de aquella vegetación especialmente exuberante
en época veraniega. El bosque provee de plantas abundantes y de flores
exóticas. Para mí la gran sorpresa era ver que al pie del Pesebre se colocaban melones, sandías, maíz verde choclo,
caramelos, masitas (galletas)..., que, después de cantarle y rezarle al Divino Niño, se repartían entre los
niños de carne y hueso que contemplaban felices la escena. La flor de coco no podía faltar como adorno con su perfume intenso
y característico.
Fotograma de la película "La Misión" |
También se cantan villancicos. Son pueblos con una gran facilidad para el canto. En la película “La
Misión” (Dirigida por Roland Joffe) -que justamente evoca las misiones
entre los indios guaraníes-, el misionero (interpretado por el actor Jeremy
Irons) consigue, justamente a través de la música, ganarse a chicos y grandes
para que le reciban en sus poblados. Y de ese modo iniciar la evangelización de
aquellas culturas.
Celebración de la Primera Comunión en la Misión de Lambaré en Paraguay. Preside la ceremonia el Padre Carlos Latorre Giral. |
En la segunda etapa de mi vida misionera me tocó acompañar a los
emigrantes de lengua española en la ciudad
de Zürich, capital financiera de Suiza.
Fue un salto muy grande e inesperado, que me sirvió para conocer
realidades humanas muy distintas a las que había vivido hasta entonces tanto en
España como en Paraguay.
La Navidad
en Suiza es muy fácil de imaginar con la abundancia de nieve que la caracteriza.
Pero ese frío exterior los emigrantes lo sufren también en su interior: una
realidad que no conocen y les cuesta mucho entender, y donde conseguir trabajo
se convierte en una obsesión.
Belén Viviente y Belén tradicional en la Misión Católica de Lengua Española de Zürich. Misión Claretiana. |
Muchas cosas me impactaron durante los trece años que permanecí en aquellas tierras. Pero, fue sin
duda la visita a los emigrantes de
lengua española detenidos en la cárcel preventiva donde viví los momentos
más intensos y, a veces, preocupantes. Era una oportunidad que ofrecían las
autoridades policiales a los capellanes de emigrantes de visitar a sus
compatriotas o de su misma lengua y había que aprovecharla. Yo me consideraba
satisfecho con poder escuchar y acompañar a quien quisiera acercarse a hablar
con el misionero. Era esta una forma muy
concreta de que Dios también entrara en la cárcel.
En Navidad, solíamos llevar a los presos de lengua española un pequeño regalo
que agradecían mucho, porque les hacía sentir que no estaban abandonados.
También agradecían la visita que, cada 15 días, hacía un grupo de voluntarios.
Era como una bocanada de aire fresco en un ambiente donde falta el oxígeno de
la libertad.
Un día, una interna me pidió la comunión. Nunca me imaginé que en la cárcel
me pudieran hacer este tipo de petición. Y desde entonces, cada vez que iba a
la cárcel se la llevaba. "La comunión es mi única fuerza",
me decía con gran convicción. Y cuál no sería mi sorpresa cuando la Noche de
Navidad la vi entrar con su hija en la iglesia de la Misión Católica para
participar en la Misa del Gallo. Me contó que hacía tres días que el juez la
había dejado en libertad porque no encontró delito para inculparla.
Carlos Latorre Giral en la Misión Católica Claretiana de Lengua Española de Zürich, Suiza, junto a un grupo de Liturgia. |
Algunos días antes de Navidad se
celebraba en el recinto carcelario un encuentro –el único permitido a lo largo
del año en aquella cárcel- para
compartir un momento de oración ecuménica con lecturas bíblicas y unas
breves exhortaciones en las lenguas más habladas por los presos. Recuerdo
siempre el gesto humano y muy cristiano
de uno de los directores, que la noche del 24 de diciembre pasaba por las
celdas a saludar a los detenidos y obsequiarles unos dulces. Se me quedaron
grabada las palabras de uno que hablaba español al que yo le pregunté: -¿Qué piensas hacer la Nochebuena? Él, todo resuelto, me contestó: -Dormir, para no pensar.
Pueden consultar otro artículo sobre el Padre Carlos Latorre haciendo clic sobre el título siguiente: